Quién sabe en que terminen las cosas, pero de momento, el Hospital Universitario podría enfrentar un déficit importante de personal.

Para empezar, por aquellos elementos que resultaron afectados a causa del contagio masivo del Coronavirus y de quienes andan molestos.

Estos últimos, que de una u otra forma han patentado su malestar ante lo sucedido y que reclaman mejores medidas de prevención.

Esto, sin contar aquellos familiares que de una u otra forma esperan informes de sus familiares internados por diversas cuestiones.

Y, aunque ya se cuenta con un canal para atender la demanda de quienes solicitan datos de los internados, no faltan los despistados.

Pero si a eso se le agrega aquellos que se duelen por la cancelación de consultas previamente programadas, pues ya sabrá su enojo.

Esto, muy a pesar de que el golpe de timón tuvo que aplicarse de manera forzada dada las circunstancias y con la idea de salvar más vidas.

Bueno, como era de esperarse, ayer un gran número de restaurantes del municipio de San Pedro reabrieron sus puertas como parte del programa de reactivación económica.

Por lo que el alcalde sampetrino, Miguel Treviño estuvo como dice la raza, con un ojo al gato y otro al garabato, para que todo se llevara en orden y en Santa Paz.

De ahí que muy celoso de su deber, el munícipe y su equipo de colaboradores se pusieron las pilas supervisando con las nuevas herramientas no haya pifias.

Y, con lo cual el alcalde puede argumentar de manera optimista que las cosas arrancaron de buena manera para la industria culinaria.

No así por lo que respecta al tema de las actividades físicas en las calzadas, pues no faltaron quienes arribaran si su cubrebocas y sin su sana distancia.

Este último dato, desde luego puso de mal genio a más de dos, quienes urgieron respetar las indicaciones de las autoridades de Salud, para evitar el cierre.

Toda vez que aprecian las medidas adoptadas por las autoridades municipales y que ven con cierto riesgo, el que no se aprecien las indicaciones oficiales.

Por lo que toca a la reapertura de los restaurantes y las calzadas en el municipio de San Pedro no se registró un mar de gente.

Ah, pero eso sí, propietarios, encargados y personal de los locales autorizados en la Fase 1, madrugaron para ganarle tiempo al tiempo.

De ahí que se aplicaron labores de limpieza y sanitización de manera detallada, en espera de la clientela en sus negocios ante el cierre forzado.

Pero por lo que se pudo apreciar a lo largo del día, la gente no se volcó a los establecimientos que abrieron y de los cuales se esperan abran más.

Por lo que hasta en cierta forma se podría advertir que los restaurantes fueron algo desairados, aunque esto no desanimó a los interesados.

De modo que habrá que ver cómo se ponen las cosas los próximos días y si el Covid-19 no asusta a la clientela.

Y, ya que hablamos de reactivación le diremos que en el municipio de Apodaca, las calles tomaron ''vida'' desde muy temprano.

Por lo que ''tonaron'' las arterias muchos trabajadores que retornaron a sus labores en las empresas de aquella localidad.

Así que ya se imaginará el alto número de personas que arribaron al municipio, utilizando todos los medios de transporte.

Con lo cual se apreciaron camiones llenos hasta la coronilla, amén de un incremento mayor de la movilidad en toda clase de vehículos.

Pero como esto apenas empieza, no descarte más movimientos bajo la revisión del alcalde apodaquense César Garza, quien ya trae el dato al dedillo.

Eso sí, con eso del incremento de la movilidad, habrá que aumentar el número de camiones si es que se quiere evitar metralla.

Sobre todo de quienes dicen que los empresarios de transporte no han respondido en ese sentido y que son parte del problema.

Por lo que vale pelar el ojo y parar las antenitas, porque el número de usuarios pese a las restricciones ya se disparó.