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Opinión Editorial


Las TICs


Publicación:09-08-2020
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Será el 24 de agosto, es decir, en 14 días más, cuando dé inicio al ciclo escolar 2020-2021.

La secretaría de Educación Pública, a través de su titular, esteban Moctezuma Barragán, anunció que será el 24 de agosto, es decir, en 14 días más, cuando dé inicio al ciclo escolar 2020-2021.

Debo elogiar del funcionario federal que no se ande con medias tintas y opte por la aparentemente mejor y segura decisión de retomar las “aulas” de manera virtual y esperar no un naranja o ámbar del semáforo epidemiológico, sino un categórico verde, antes de permitir que nuestra niñez retome clases presenciales, esto como un modo para evitar la proliferación de contagios por Covid-19.

Aplaudo el consenso al que se llegó con las televisoras y cadenas de radio para servir de respaldo a tan importante labor y que de este modo las clases lleguen a todos los rincones del país.

No obstante, si me referí a esta disposición de clases en línea como  “aparente mejor” decisión es porque en una nación como México, aún hay mucho, mucho por avanzar para ser un país global y absolutamente conectado.

Un estudio publicado por parte del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) apenas en enero pasado- justo antes de que el coronavirus llegara a México-, arroja que el ingreso familiar es una de las principales características sociodemográficas que impacta en la probabilidad de usar las TIC, es decir, Tecnologías de la Información y Comunicación.

Es así que la probabilidad de usar un celular inteligente e internet para quienes viven en un hogar de ingreso bajo es de 42.2 por ciento, entendiendo por ingreso bajo aproximadamente 12 mil pesos mensuales; mientras que para quienes viven en un hogar de ingreso medio (12 mil a 27 mil pesos mensuales) es de 65.3 por ciento.

El IFT toma sus conclusiones de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) del INEGI, publicada en 2019.

Claro, el confinamiento aceleró las estrategias digitales personales, empresariales y laborales y estos porcentajes seguro se dispararon con la pandemia porque acceder al celular, a un gadget y al internet ya no es cuestión de edad y ya no es exclusivo para contenidos de entretenimiento o compras, sino que ahora se hace indispensable para el estudio, el home office y hasta para la tele medicina.

No obstante, en un país que no está del todo conectado es difícil saber hasta qué grado se podrá avanzar de manera equitativa en la educación pues con todo y el apoyo de las televisoras, hay comunidades rurales y alejadas que no tienen siquiera el sistema de electricidad.

La ONU declaró que el acceso a Internet es un derecho humano, no obstante México está muy lejos de cumplir este precepto ya que hay 34 millones de mexicanos que no pueden navegar en la red.

La desigualdad en la conexión a Internet está relacionada con la falta de recursos económicos y de acuerdo con los diferentes estudios, cuando se puede elegir, se opta por un celular y no por una computadora.

La coyuntura actual arroja una gran área de oportunidad para el gobierno federal toda vez que junto con buenas oportunidades de empleo, acceso a la educación y el bienestar, el tener acceso a una pc, laptop, gadget e internet, nos va resolviendo problemas, actividades, tareas. Estamos en el momento justo para ir dando el salto para hacer de México un país con ciudades inteligentes y globales.





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