El mejor ejercicio político que reditúa a corto, mediano y largo plazo, es aquel donde nuestros gobernantes están siempre cercanos a la gente, toman en cuenta lo que sus votantes quieren y necesitan; los escucha.

Es historia de vida. Nuestro país da cuenta de tantos, pero tantos tropezones, pero también de cómo aquellos candidatos que saben hacer “click” y se ponen del lado del ciudadano, son los que ganan votos. Más allá de que sea un galán o una modelo, lo que las personas quieren es la resolución a sus problemas.

Ese fue, en su momento, el “secreto” de toda fuerza que pudo denominarse opositora. Así fue como poco a poco, el PAN, por ejemplo, llegó a ser gobierno, lo mismo en Baja California con Ernesto Ruffo Appel rompiendo una hegemonía priista de 60 años, y donde empezó la historia y a cosechar gubernaturas para, más tarde, llegar la presidencia de la República con Vicente Fox y con Felipe Calderón, de manera consecutiva.

El PRI, aprendiendo de sus errores, comprendió que se había retirado de la gente, que se dedicaba a tomar decisiones desde una silla, las cuales casi nunca fueron populares. Y tuvo que doblegarse y cambiar, al menos un poco.

Pero fuerzas y ofertas políticas diferentes llegaron como refresh, algunos en forma de nuevos partidos políticos como Morena o bien, a través de las candidaturas independientes. Lastimosamente debo decir que, salvo honrosas excepciones, a la larga, también se convirtieron en aquello que alguna vez criticaron.

Jaime Rodríguez hizo un buen ejercicio al querer “escuchar” a los diferentes actores, les dio por su lado al decir que “la raza manda”; las redes fueron sus mejores aliadas, pero a la larga, fue más de lo mismo.

Clarísimos ejemplos de lo que hablo los veo más recientemente, con el caso del gobierno municipal de San Pedro y con el Estatal donde a la clase política le ha fallado la sensibilidad. No es que esté mal disentir, lo realmente erróneo es no aprender la lección.

¿No querer tender puentes de diálogo para un plan “C” donde la mayoría quede conforme respecto al INE? ¿No querer recibir a los manifestantes que quieren conocer a bien la línea 6 del Metro? ¿No haber escuchado a la gente que quería cosas diferentes para el casco de San Pedro? Son muchos “no”. Y cada acción, tiene una reacción.

Ya falta menos para que llegue el mes de octubre, mes en que se abre el calendario electoral y a vuelta de año por estas fechas, ya habrán concluido las pre campañas y como potenciales votantes, sabremos qué posibles caras van a buscar nuestro voto rumbo a los comicios del 6 de junio del 2024.

Los gobernantes pueden jugar a seguir ignorando lo que la gente quiere en su día a día, pero nosotros tenemos y estamos obligados a ver cómo es que se comportan nuestros políticos para tomar una mejor decisión, razonada y con base a los resultados ya vistos.

Las urnas siempre son un buen termómetro.