Se la pasan mirando al celular en plena sesión, se aumentan el sueldo ya de por sí jugoso, se van de vacaciones con gastos pagados cuando lo desean, jamás atienden las necesidades de los ciudadanos de sus distritos, defienden más a sus partidos que a los ciudadanos y aprueban iniciativas o las proponen sin tomar en cuenta los puntos de vista de los ciudadanos, que serán los perjudicados, raramente beneficiados, con la aprobación de leyes. 

      Sí, son los diputados locales, muchos de los cuales llegaron al Congreso de casualidad. Y por lo tanto sin conocer de los asuntos legislativos. Y eso fue lo que pasó con los diputados del PAN, Mauro Guerra, Luis Susarrey e Itzel Castillo y una priista Alhinna Vargas, al presentar la iniciativa de reforma a la Ley de Residuos, también Ley para la Gestión Integral de Residuos. 

       La Iniciativa de Ley propone que sean los municipios los encargados de conseguir terrenos para hacer los vertederos y que los alcaldes sean los responsable de la recolección y tratamiento de la basura, incluido lo reutilizable. Los diputados, más grillos que representantes populares, no saben que ya estaba ese esquema y no funcionaba bien, por eso se creó la empresa gubernamental SIMEPRODE, que da trabajo a más de 500 personas y que se mantiene de la disposición de la basura reutilizable, incluido el gas metano tratado con que se ilumina el Palacio de Gobierno y largos tramos del Metro.

Pero lo más grave es que dejará sin sustento a esos 500 trabajadores y sus familias y obligaría a los ayuntamientos a erogar gastos inútiles. Ante la lesiva medida los trabajadores sindicalizados, encabezados por el Secretario de Trabajo, Celso Lugo Sánchez, intentaron hablar con los diputados para explicar la situación. Desde luego los diputados no los recibieron. Están acostumbrados a tomar medidas unilaterales, desde la altura de sus puestos, olvidan que son los servidores de los ciudadanos. Y entonces la protesta. Los trabajadores fueron y depositaron toneladas de basura en las calles aledañas al Congreso. La basura a la basura. 

      El activista Luis Gerardo Treviño escribió: “Todo proceso legislativo y de cambio requiere consenso, pero no solo de los expertos en técnica legislativa, así como los propios diputados, también requiere conocimientos y opinión de los actores que la puedan disfrutar o sufrir, reitero y me disculpo de que aún no conozco los alcances de la norma en cuestión pero, muy importante es tener la opinión y voluntad de los directamente interesados, los que estamos en otras actividades probablemente no dimensionemos de qué tamaño pueda ser la amenaza a sus fuentes de empleo y con ello a la economía de muchas de las familias que conforman el gremio. Como reflexión ¿qué se debe hacer cuando se busca cambiar las reglas del juego que ha venido operando por más de 30 años? ¿a quién conviene y a quién se afecta? La protesta fue singular, a mi parecer, aunque probablemente se incurre en faltas a diversas leyes y reglamentos, al final no se dio ningún daño que no se pueda reparar con la recolección de los residuos vertidos en la calle frente al H. Congreso y la secretaria de Salud, por lo pronto no hubo pintas, ni incendios, ni daños a los patrimonios públicos o privados, de algo estoy seguro, serán escuchados y atendidos.