La semana pasada escribí sobre el atropello sufrido por el humanista don Gustavo de la Garza a manos del alcalde de San Pedro, Miguel Treviño de Hoyos, y su séquito de esbirros con placas. Hoy damos espacio al posicionamiento público de don Gustavo: 

“El pasado 1 de febrero, personal de la Secretaría de Desarrollo Urbano de San Pedro Garza García, ingresó a mi domicilio particular donde vivo desde hace más de cuarenta años. Entraron a mi domicilio que está ubicado en la Colonia Valle de San Angel con la intención de realizar 11 verificaciones en el salón, ubicado dentro de mi propiedad, Las Cuatro Estaciones, y que desde hace 16 meses se encuentra clausurado y en litigio.  

“Más de 80 servidores públicos de la dependencia sampetrina y más de 40 policías debidamente armados para enfrentar una resistencia guerrillera arribaron a mi domicilio particular, haciendo uso desmedido de la fuerza e invadiendo toda mi propiedad donde vivo con mi familia. Hubo manifiesta mala fe, pues pudiendo entrar por accesos por donde en otras ocasiones lo han hecho durante este injustificado conflicto, decidieron -esta vez- invadir mi propiedad por la entrada principal, para lo cual rompieron el portón de la entrada utilizando sopletes. Posteriormente, los mismos trabajadores colocaron sellos de suspensión en el acceso principal de mi residencia particular, sin que existiera alguna necesidad pues, como dije antes, había otro acceso que ellos conocían y controlaban desde septiembre 13 de 2021, por donde habían realizado todas sus diligencias, sin afectar la entrada de mi casa donde vivo. 

“Actualmente y desde 2021, me encuentro en un proceso legal con las autoridades de San Pedro Garza García, por una multa que me fue impuesta por la construcción del salón privado Las Cuatro Estaciones que se encuentra dentro de mi propiedad, razón por la cual a este inmueble lo bloquearon con sellos de clausura y suspensión argumentando que se había construido en área de uso de suelo residencial. 

“Las Cuatro Estaciones es un salón ubicado dentro de mi domicilio y cuya construcción tiene el único propósito de ser sede para eventos de índole familiar y de acciones filantrópicas en las que he participado sin ningún fin comercial. Adicionalmente, para no molestar a los vecinos, decidí construir un estacionamiento privado para invitados y/o familiares y liberar en esta forma las calles aledañas, situación que el municipio consideró ilegal por violación al uso de suelo. 

“Sin embargo, en ningún momento se ha violado la suspensión impuesta por la autoridad ni continuado con los procesos de construcción y he suspendido mis actividades familiares en el mencionado salón, situación que en diversas ocasiones lo han venido a comprobar sin encontrar ninguna violación a los sellos de autoridad municipal.

“Debido al proceso legal en marcha, me reservo el derecho de emitir declaraciones sobre este tema. Por el momento manifiesto mi inconformidad ante estos hechos y aclaro que, como es mi derecho, tomaré las medidas que por ley me correspondan. Jamás permitiré, sin defenderme, que se me apliquen abusos de autoridad y lucharé porque se me haga justicia”.

Gustavo M. de la Garza Ortega