banner edicion impresa

Opinión Editorial


El verdadero liderazgo


Publicación:06-01-2023
version androidversion iphone

++--

La capacidad de liderazgo es importante para comunicarse, coordinar esfuerzos, consensar y acordar

No es posible imaginar el funcionamiento de grandes empresas como Apple sin Steve Jobs, Microsoft sin Bill Gates o Tesla sin Elon Musk. Preguntas o afirmaciones de este tenor son la que reflexiona Roel Guajardo Cantú en su más reciente libro, para sostener la tesis de que en todas las organizaciones sin importar a qué se dediquen, la visión y liderazgo del director en fundamental para alcanzar el éxito o el fracaso. 

El título del libro “El Director de la Escuela como Líder del Proyecto”, viene al tema por la falta de acuerdos, consensos y negociaciones en la conducción de los poderes constitucionales de Nuevo León. El titular del Poder Ejecutivo, al pretender desconocer o herir no solo al Poder Legislativo, sino también a la autonomía de los municipios y al Poder Judicial, genera falta de gobernabilidad y por consecuencia afecta a la ciudadanía. 

El empecinamiento en posiciones cerradas y obtusas, decisiones verticales o viscerales del gobernador Samuel García Sepúlveda, ha provocado la falta de acuerdos, la parálisis del Gobierno con vacaciones adelantadas y extendidas de la burocracia, pero sobre todo la agudización de la inoperatividad de las funciones básicas del estado en materia de seguridad, agua, movilidad y contaminación. Y no solo en esas áreas se sufre la parálisis administrativa, también en la prestación de los servicios de salud y educación, en perjuicio de la población.   

La capacidad de liderazgo es importante para comunicarse, coordinar esfuerzos, consensar y acordar. “Ningún hombre será un gran líder si quiere hacerlo todo él mismo u obtener todo el mérito para sí mismo por hacerlo”, cita Andrew Carnegie. 

Si se quiere el bien de Nuevo León, el gobernador está más que obligado a dar el primer paso y dejar de confrontar al Poder Legislativo que ha demostrado ser ejemplo de un Poder autónomo, que legisla para acotar, equilibrar, no un subordinado. 

Gobernar es una gran responsabilidad, a muy corto espacio de que se profundice en los serios problemas señalados. No se vale culpar a otros de los desaciertos administrativos y de gobierno. Lo más grave es que esta división de poderes, de alcaldes, de organismos sociales y de la misma población, permita que otros agentes externos se metan en las decisiones de los nuevoleoneses.

Aunque el libro de Guajardo Cantú se orienta en específico al trabajo, y responsabilidad de los directivos de las escuelas para dirigir y alcanzar los propósitos educativos, la propuesta tiene validez y aplicación para cualquier tipo de organización. 

Es fundamental el liderazgo del director de la escuela o de un secretario de gobierno o del gobernador porque juega una función fundamental en la conducción y coordinación de los esfuerzos para lograr las metas propuestas. Nuevo León requiere de un liderazgo con visión y sensibilidad. 

Ojalá que el gobernador y su séquito de cuchuflatos leyeran el libro. Las cosas mejorarían un ciento por ciento en el gobierno.  



« Arnulfo Vigil »