banner edicion impresa

Opinión Editorial


Datos alegres


Publicación:12-07-2020
version androidversion iphone

++--

“La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio”.

Pues sí. México, por la cantidad de decesos a causa del Covid-19, ya superó a Italia y se ubica como el cuarto país con mayor número de víctimas mortales de la pandemia.

No, no es nada honrosa la distinción aunque el gobierno federal sigue dándonos datos “alegres” al asegurar que la velocidad de la pandemia ya va de bajada.

Estados Unidos, Brasil y Reino Unido son el 1-2-3 de las naciones que anteceden a México.

Me queda claro que en medio de esta contingencia sanitaria en que está inmerso el mundo entero, hay tal lluvia de noticias, de estadísticas, de estudios, de cifras, de maquillajes y de cristales por los cuales se mire.

El gobierno federal nos puede alimentar el subconsciente haciéndonos pensar que hay cosas para celebrar, pero hay tantos escenarios relativos.

No me dejará mentir cuando le digo que una y otra vez hay gente que asegura se manipularon resultados para hacer pasar un deceso por Covid-19; otros más dicen no se tomó en serio tal o cual caso en equis clínica o consultorio, y su pariente, amigo o conocido, murió a causa del coronavirus.

Y ya no sabe a quién creerle. O peor aún, se va perdiendo sensibilidad ante lo que pasa.

Guardada toda proporción, es como si viviera una campaña política en la que poco a poco se va desdibujando la realidad y uno prefiere dejar de ver, escuchar o enterarse de lo que pasa.

Es quizá por ello que la autoridad nos puede decir que el resultado de una prueba salió positivo con tal de inflar una estadística o provocar inquietud en nuestra psique.

Mientras esta servidora pareciera desahogarse, muchos más hicieron lo propio en redes sociales y volvieron tendencia #GatellNotienesMa… con más de 40 mil tweets por arremeter contra los medios y se ganó una serie de calificativos que para qué le cuento.

Con toda seguridad que al subsecretario, como al presidente, esto no le quita el sueño.

Espero que si el doctor Manuel de la O Cavazos se reúne esta semana, como desea, con sus amigos de la secretaría de Salud en CDMX, además de conseguir los recursos que Nuevo León y muchos estados necesitan para afrontar la pandemia, también dé un clase exprés de cómo decir las cosas y sobretodo, imprimirles la seriedad y veracidad que necesitamos.

Un semáforo en rojo o en verde poco puede valer si mientras una empresa trasnacional toma todas las precauciones sanitarias, pero su trabajador va al changarrito de la esquina, o toma un camión lleno donde no hay las condiciones necesarias que prevengan un contagio.

Decía Sir Francis Bacon que “la verdad es hija del tiempo, no de la autoridad” y ese tiempo nos va haciendo ver que aunque hacia el interior nos dicen una cosa, hacia afuera se ve que no todo es lo que parece y aunque buscando la verdad se corre el riesgo de encontrarla, siempre será mejor saber dónde se pisa.

 




« El Porvenir »