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Opinión Editorial


Repensar la educación


Publicación:12-09-2022
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En México, recién va comenzando el ciclo escolar y de acuerdo con la secretaría de Educación Pública.

En México, recién va comenzando el ciclo escolar y de acuerdo con la secretaría de Educación Pública, un total de 29 millones 849 mil 46 alumnas y alumnos de escuelas públicas y privadas, se matricularon para este 2022-2023.

De esta cantidad de estudiantes, 24 millones 479 mil 952 son de educación básica; cinco millones 244 mil 352 de educación media superior y 124 mil 742 de escuelas normales.

En el sistema escolar, hay un millón 225 mil 580 docentes en 232 mil 966 planteles escolares a nivel nacional.

El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, A. C. señala que el regreso a clases requiere implementar estrategias y programas nacionales de recuperación del aprendizaje, para contrarrestar los costos de la pandemia por Covid-19.

De no atender la pérdida de aprendizaje, los hoy estudiantes podrían ver afectado su ingreso y calidad de vida en el futuro.

La ONU hace su propia reflexión y señala que, en el contexto de la pandemia, hay que lograr un nuevo contrato social en la educación y transformar la realidad en que vivimos.

Es repensar la educación, según las Naciones Unidas, esto es, involucrar en la academia y en la casa, temáticas como los valores, libertad, igualdad, sensibilización ecológica, por decir lo menos.

Aborda esta transformación desde un enfoque más global donde se analice el cómo utilizamos los avances científicos y tecnológicos para ir en contra de la desinformación, polarización, y división en las sociedades, empoderar a las y los estudiantes para que participen de una nueva relación con el planeta y del desarrollo sostenible, y reivindicar la labor de las y los maestros en el corazón de la renovación educativa.

Se trata, pues, de “contrarrestar inequidades y construir una sociedad más justa”.

Bajo este catálogo de observaciones dentro y fuera de México sobre un modelo educativo post pandemia ¿habrá alguien que haya pensado en cómo hacerle? El qué, el diagnóstico, lo tenemos, el cuestionamiento ahora es cómo y con qué.

Porque tuvimos más de un año con clases en línea y aunque se dijo que al regresar toda aula estaría en condiciones para recibir al alumnado, no todo es tan color de rosa.

Ahí se tiene el ejemplo de los peques que han tenido que acudir al plantel portando cascos, ante el temor que el techo o parte del material, se desprenda.

Y en el caso muy particular de Nuevo León, aún prevalece la falta de agua, al menos mientras todo el programa institucional del Estado termine de “cuajar” y haya bombeo durante más horas al día.

Desde antes del confinamiento por el Covid, ya teníamos problemas con la demanda de aulas, entre otra serie de asignaturas por resolver; llegó la pandemia y al menos en las escuelas se puso todo en pausa para dar paso a la enseñanza en línea. Hoy, que todo parece empezar a normalizarse vemos que sigue habiendo peros.

Sí, hay que “repensar la educación” como señala la ONU, pero se requiere de mucha voluntad institucional para que esto suceda, desde tener los espacios dignos para el alumnado, maestros bien preparados.

Voluntad oficial también para que todo aquel que desee estudiar, no tenga que desertar por falta de recursos.

De igual modo, la reincorporación de maestros especializados en deportes, recordando que tras el encierro se hace más necesaria la activación física y sumar psicólogos a la flotilla laboral que ayuden a ir resolviendo asegunes que la pandemia sembró en chicos y grandes.




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