En una operación realizada por la Marina de México fue detenido el ’narco de narcos’, ‘el príncipe’, Rafael Caro Quintero. Asunto áspero en la relación con Estados Unidos por el asesinato en 1985 de Enrique Kiki Camarena, agente encubierto de la DEA en México. 

La DEA no olvida este crimen y por consiguiente el interés de los vecinos americanos por aprehenderlo y extraditarlo ha sido muy fuerte. Tan es así, que ofrecían 20 millones de dólares, la cantidad más grande pagada por un criminal, a quién diera información del capo.

Entre las dudas en este operativo es conocer hasta qué grado intervino la DEA en la captura, así como el nivel de coacción del gobierno de Biden en la misma. Esto, dada la nula estrategia del gobierno de la 4T en la lucha contra los cárteles de la droga, así como por la visión ‘humanitaria’ que el presidente de México ha expresado en favor de los delincuentes. Recordemos que, en octubre del 2020 por orden de AMLO, se liberó en un fallido operativo al Chapito Ovidio Guzmán, del Cartel de Sinaloa, un capo también reclamado en Estados Unidos. 

Y es lamentable que siempre pensemos que hay ‘algo detrás’ de las acciones del gobierno de la 4T. La poca transparencia en la información, las respuestas ambiguas de AMLO sobre el tema, y la muerte de los 14 marinos que participaron en el operativo, siembran muchas dudas y se suman a la desconfianza habitual. La posibilidad de negociaciones, aunque Andrés Manuel diga que no hubo, y hasta fines electorales pueden estar presentes en esta captura.

Lo que Caro Quintero representa para los gobiernos de México y de Estados Unidos es muy significativo. Su figura está asociada al narcotráfico, violencia y a los negocios asociados como la trata de personas y tráfico de armas; de igual forma, con el involucramiento de políticos.

El tema de la soberanía de justicia es importante por la posición del Estado mexicano, en este caso, en la lucha contra el narcotráfico que siempre tiene implicaciones internacionales. No debe haber en teoría, interferencias externas, pero es innegable que existen presiones sobre todo cuando se duda de la capacidad de justicia salpicada de corrupción en nuestro país. Es un tema relacionado con la seguridad nacional y es indispensable conocer el compromiso efectivo del gobierno en el tema.

¿Fue iniciativa de México o fuimos obligados a hacerlo?

Fue muy sospechoso que la captura del capo se haya realizado pocos días después de la visita de Andrés Manuel a Estados Unidos. Fue extraño que Caro Quintero estuviera solo y no ofreciera resistencia para su captura.

Caro Quintero fue uno de los capos más poderosos del narcotráfico en la década de los 80 quien junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, formaron el Cártel de Guadalajara, emporio de la cocaína en alianza con las mafias colombianas. Fueron los primeros en enviar droga en gran escala a Estados Unidos.

Fue detenido en 1987 y estuvo 28 años en prisión acusado del secuestro, tortura y asesinato de Enrique Kiki Camarena además de delincuencia organizada y crímenes por narcotráfico. Fue liberado en 2013 gracias a astutos argumentos legales y así, aprovechando su libertad volvió a esconderse.

Al estar nuevamente libre Caro Quintero organizó a su familia, rompió con aliados y formó el Cartel Caborca que disputa la plaza de Sonora y Baja California a ‘los Chapitos’ hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, al ’Mayo Zambada’ y al grupo de ‘Los Beltrán’. El negocio en Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Tabasco es manejado por su sobrino José Gil Caro Quintero, ‘pelo chino’. Zonas calientes.

Los legisladores federales están exigiendo una explicación al gobierno mexicano “hay que saber si la DEA dio instrucciones sobre donde estaba caro Quintero para que la Marina fuera por él en forma improvisada, o si hubo un operativo planeado, coordinado desde hace tiempo” señaló el senador Germán Martínez, integrante de la Comisión de Justicia del Congreso. Así mismo, están demandando la explicación sobre la muerte de los 14 marinos por el desplome del helicóptero que participó en el operativo.

Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, expresó que ningún personal de los Estados Unidos participó en la operación táctica en la que se arrestó a Caro Quintero. Sin embargo, la revista Proceso hace referencia a una entrevista con un alto funcionario de la DEA quien señaló “pagamos mucho dinero a personas que nos iban dando información. Los datos no los compartimos hasta que pudimos corroborarlos por medio de otros métodos de inteligencia, de que se trataba de Caro Quintero”. 

Así mismo, el fiscal Merrick Garland señaló: “La culminación de un trabajo incansable de la DEA y de sus socios mexicanos…no hay escondite posible para quien secuestre, torture y asesine a un agente estadounidense”.

Andrés Manuel dijo en su mañanera: “En el caso de la participación de la DEA, como lo señaló el Embajador de Estados Unidos, no tuvieron injerencia directa”. De igual forma, negó que hubiese pactado la detención de Caro Quintero durante su reunión con el presidente Joe Biden.

Y si, quizá no fue con Biden; algunos analistas señalan con base a sus fuentes informativas, que a AMLO le leyeron la cartilla en temas de seguridad y que fue Kamala Harris, vicepresidenta, quien entregó información recaudada por la DEA sobre la ubicación del narco con la instrucción de que fuera la Marina quien lo capturara. Además, Kamala habló de otros asuntos relacionados con el narcotráfico en México que obligaron al presidente a ejecutar la detención.

Habrá que ver el desenlace de esta historia rodeada de dudas y que por lo pronto favorece a Los Chapitos.

Lo cierto es que Caro Quintero sigue presente la escena política nacional.

Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com