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Opinión Editorial


Constitución Mexicana


Publicación:09-02-2023
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El mejor homenaje que podemos rendir a nuestra Constitución es cumplirla y respetarla al margen de cualquier agenda política

Fue Venustiano Carranza, el revolucionario que fue presidente de México de 1917 a 1920, quien promulgó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos el 5 de febrero de 1917 con el objetivo de reconocer y garantizar los compromisos políticos y sociales derivados de la revolución mexicana. Entre estos, los derechos o garantías individuales, la división de poderes del gobierno y mecanismos regulatorios del poder.

Es tal su relevancia que, por ello, cada 5 de febrero conmemoramos el día de la Constitución Mexicana.

Para algunos estudiosos, los mexicanos debemos conocer al menos los siguientes artículos: el artículo 1 de la igualdad de derechos; el artículo 3 del derecho a la educación; el artículo 4 del derecho a la protección de la salud; el artículo 5 de la libertad de trabajo; el artículo 14 del debido proceso; el 16 de la protección de libertades; el 31 de las obligaciones de los mexicanos; el 35 de los derechos políticos; el 49 de la división de poderes; el 123 de las bases del derecho social al trabajo; y el 135 que habla de la reforma constitucional.

De los 136 artículos contenidos en el texto original, sólo 22 se mantienen intactos. Desde 1917 hasta la fecha, la Constitución ha sido reformada en más de 700 ocasiones. De Miguel de la Madrid a Enrique Peña Nieto se realizaron 494 modificaciones; el sexenio de Peña Nieto es el que más reformas ha registrado en la historia, con 155 cambios al texto constitucional. AMLO lleva, al 18 de noviembre de 2022, 56 artículos reformados.

Una investigación elaborada por la Dirección General de Difusión y Publicaciones del Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República (IBD) explica que las reformas constitucionales son decisiones políticas trascendentales porque suponen cambios en la organización y ejercicio del poder político, la creación de instituciones, el reconocimiento de derechos y la adopción de valores, ideales y principios fundamentales. Los cambios son necesarios pues deben responder a las necesidades de la época y además, tener visión futura. Es lógico pensar que el contexto de 1917 ha evolucionado. Sin embargo, las modificaciones deben ser racionalizadas y no responder a intereses políticos.

Son muy reveladores los mensajes que con motivo de la 106 conmemoración realizaron algunos actores políticos en nuestro país. Cada uno, destacó el o los elementos que vive el México actual y que son motivo de preocupación. 

La ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia señaló que ante las injusticias la única solución es el fortalecimiento de las instituciones, “…así ha sido en la búsqueda de igualdad entre las personas, con independencia de credos, de nacionalidades, condición económica, de orígenes étnicos o de género. Enfrentar estas injusticias ha sido el mejor motor de las causas de la humanidad…la independencia judicial no es un privilegio, es el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia para hacer efectivas las libertades y la igualdad de las y los mexicanos. La independencia judicial es la principal garantía de imparcialidad”.

Santiago Creel, presidente de la Cámara de Diputados, resaltó el valor del diálogo y del respeto al expresar que “…existe desacuerdo sobre el combate a la violencia, la seguridad pública, la cuestión social, la economía, la impunidad y la corrupción…no hay más moral política que la Constitución. Ésa es la moral de todos quienes somos servidores públicos…”.

La senadora Claudia Ruiz Massieu enfatizó los derechos al señalar “en nuestra Constitución se reconocen nuestros derechos y se plasman los principios de nuestra democracia. Resistir ante cualquier embate en su contra es nuestro deber como ciudadanos…”

Lilly Téllez, senadora dijo: “Hay dos Méxicos: el de políticos simuladores, que rinden homenaje a la Constitución, aplaudiendo al autócrata que la pisotea y se burla de ella. El otro México exige que se respeten las leyes, sin miedo, ni medias tintas ante el poderoso, debemos defender nuestra Constitución”.

Por su parte, Andrés Manuel expresó la necesidad de hacer reformas al señalar que “debemos seguir luchando por los ideales de la revolución mexicana, consagrados en la Constitución de 1917, no dejar de insistir en abolir, por la vía legal y democrática, reformas contrarias al interés público impuestas durante el periodo neoliberal…continuar proponiendo cambios al marco legal en beneficio del pueblo, hasta devolver a nuestra ley máxima toda la grandeza de su humanismo original”.

Instituciones, respeto, derechos y modificaciones al marco legal: buena radiografía en México.

El mejor homenaje que podemos rendir a nuestra Constitución es cumplirla y respetarla al margen de cualquier agenda política.

Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com



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