No se necesita ser un experto en políticas públicas para saber y reconocer que la seguridad es uno de los grandes temas que duelen a la sociedad.

Hablaré hoy, de mi entorno directo, del denominado municipio modelo, uno de los más caros del país y de Latinoamérica: San Pedro.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública, (ENSU), más reciente, la que acaba de publicar el INEGI hace unos días, San Pedro, que en marzo de 2023, reportaba el índice de percepción ciudadana de inseguridad en 18.3, este mes de marzo se disparó a 27.1, prácticamente diez puntos en un año.

Alrededor de esta, su casa, puedo contar casos de narcomenudistas detenidos, de incendios de negocios, de abatimiento de personas; estos casos, cada vez más recurrentes, nos hacen ser más cautos, menguar las salidas, al menos las nocturnas.

Tal como señala la encuesta, la inseguridad nos lleva a modificar nuestras rutinas o hábitos y nos vemos orillados a limitar las visitas a parientes y amigos, caminar en la calle después de las ocho de la noche, como modo de prevenir atestiguar o ser parte de un hecho violento.

Por esta parte de la ciudad, como en el resto del país, los candidatos se disputan y aseguran saber cómo se gobierna. Es un buen momento para conocer sus propuestas de seguridad, pero propuestas que nos convenzan y que sean viables.

Me queda claro que pese a los casi diez puntos porcentuales que creció la percepción social sobre inseguridad en San Pedro, este sigue siendo el municipio metropolitano de Nuevo León mejor rankeado en la ENSU; le siguen San Nicolás (33.9) y Apodaca (40.6); el peorcito, si me permite el calificativo, es Monterrey, donde la percepción es del 70.5.

La encuesta también refiere un apartado sobre las grandes problemáticas de las ciudades, como lo son los baches, fugas de agua, alumbrado, congestionamientos viales, así como otros diez indicadores.

En San Pedro, el 45.5 por ciento de los encuestados (no es ni la mitad) consideran al gobierno municipal como "efectivo" para atender y resolver los problemas.

A título personal no me cansaré de quejarme de que la calle de esta su casa, fue una de las más impactadas durante el año que Vasconcelos y buena parte del casco urbano estuvo cerrado por los trabajos en la remodelación del Centro Histórico.

Y no ha importado cuántos reportes hemos hecho los vecinos de la cuadra, a este gobierno municipal sólo se alcanzó para parchar lo, digamos, urgente; no alcanzo a dimensionar los criterios del gobierno municipal para determinar qué calles sí merecen nueva carpeta completa y que otras, como la mía, sólo merecen aspirinas".

San Pedro sí es una súper ciudad con súper ciudadanos; pero definitivamente, no se ve por ningún lado súper servidores públicos ni mucho menos un súper alcalde, sordo y unilateral en la toma de decisiones.

Si para algo sirven las encuestas de Seguridad, de las que sí son creíbles como la del INEGI, es para tomar mejores decisiones sobre quién sí queremos que nos gobierne.

En lo particular, he decidido que no quiero la continuidad de lo que representa Miguel, ni la improvisación de alguien que jamás ha gobernado, aunque diga que "sí puede". Yo voy, por mucho, con el que "sí sabe".