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Opinión Editorial


Útiles, no importantes


Publicación:08-04-2024
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A una semana del arranque de las campañas locales en Nuevo León.

"El problema de nuestra época consiste en que los hombres no quieren ser útiles sino importantes".

Winston Churchill

 

A una semana del arranque de las campañas locales en Nuevo León, esta frase de Winston Churchill n les queda a los políticos (mañana gobernantes), como anillo al dedo.

Justo es porque, la clase política se ha dedicado cada vez más a ser importantes, ganar likes e interacciones –si son positivas, mejor-, a dedicar parte de su vida a aparecer en las redes sociales porque buscan eso, ser importantes, no necesariamente útiles.

Y así, mientras los 60 días de campañas se van consumiendo, las propuestas han pasado a segundo término para dar su espacio a la zancadilla, a la descalificación.

Y los que gobiernan, se olvidan de ello para hacer campañas de estado, a favor de sus preferitis.

No es de sorprender, pues, que jóvenes, amas de casa, personas en condición de discapacidad, adultos mayores, maestros, obreros, ingenieros, rezan porque este "trago amargo", pase rápido.

Inicié este ejercicio con una frase del político inglés porque justo un día como hoy se declaró en Estados Unidos, el "Día de Winston Churchill".

Winston Churchill fue una de las figuras políticas más destacadas del siglo XX, tanto en el Reino Unido como a nivel mundial, es considerado el inglés que desempeñó el mayor número de cargos oficiales, destacando como Primer Ministro y diputado.

Fue el promotor de la Unión Europea y democracia, trazando puentes para que las naciones fueran dejando atrás rencores en aras de construir un mejor futuro, en resumen, un reformador social.

A propósito del Día de Churchill, vale la pena reflexionar sobre algunas de las lecciones que heredó al mundo y a la política.

Decíamos que hoy, los políticos se dedican a ser importantes, a todos les gusta ser notados.

Para el británico, "la política es casi tan excitante como la guerra y casi igual de peligrosa. En la guerra solo te pueden matar una vez, pero en política muchas veces".

Yo le añadiría "destruir muchas veces".

La política mata, destruye, cuando las políticas públicas implementadas, las equivocaciones se traducen en inseguridad, en falta de oportunidades, en víctimas de un fallido sistema de salud, cuando se gobierna de ocurrencias y de eso hay mucho en los tres niveles de gobierno, justo porque se olvidan de ser útiles.

Y eso es lo que hoy que como ciudadanos debemos poner atención antes de emitir nuestro sufragio el dos de junio.

"Construir puede ser la tarea lenta y laboriosa de años. Destruir puede ser el acto irreflexivo de un solo día", decía el político.

Justamente, el acto irreflexivo de vender nuestro voto, un acto de un día, de unos minutos, puede destruir nuestros siguientes tres años y ya lo hemos pagado muy caro, con aumentos al predial, con cobros de un agua que no llega a nuestras casas, con un dinero que siendo de los municipios para mejorar la ciudad, se queda en las arcas del Estado.

Ojalá pusiéramos más atención en aquellos candidatos que mañana serán políticos y gobernantes, que son útiles; de estos, de los buenos, también los hay.

La discusión de esta campaña se ha centrado en lo viejo o lo nuevo de la política, pero en honor a la verdad, deberíamos ponderar lo bueno y lo malo: en los que ofrecen y cumplen, en los que no despilfarran, en los que saben escuchar, en los que, como Churchill, saben tender puentes entre los diferentes actores para construir un mejor futuro.



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