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Opinión Editorial


Cuando tenga tiempo


Publicación:12-06-2024
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"Cuando tenga tiempo, entonces..." es una frase que plantea una relación fija con el tiempo; en ella el tiempo se aprecia como algo que simplemente ES

¿En verdad usted quiere lo que desea?

Jorge Forbes

Todos hemos oído —o dicho— esa frase tan común y corriente: "Cuando tenga tiempo, entonces podré..." para referirnos a un supuesto tiempo ideal-condicionado en el cual, si se dan las condiciones de tiempo, realizaríamos finalmente alguna cosa pendiente. Esta frase suele venir acompañada de expresiones sobre proyectos, encuentros, viajes... en fin, sueños a la espera de ser realizados, firmados a través de la acción concreta. Su estructura en dos partes es la misma: "cuando tenga tiempo, entonces podré hacer X", o también puede formalizarse aún más y no sólo hacer referencia al tiempo, sino a un sinfín de cosas puestas en una relación de condición, sea que funcionen como obstáculo o posibilidad: "cuando tenga x, entonces podré y", "No he podido y, porque no tengo x, porque quien debería de haber hecho/dado x, para poder y, no cumplió..."

"Cuando tenga tiempo, entonces..." es una frase que plantea una relación fija con el tiempo; en ella el tiempo se aprecia como algo que simplemente ES y uno lo tiene o no lo tiene, lo mismo si uno dice, en mi casa tengo café o no tengo café, cuando tenga café podré hacerme un café. En esa misma línea, cuando tenga (mucho/poco/algo de) tiempo entonces podré hacer (muchas/pocas/algunas) cosas que quiero. Es la narrativa que crea la esperanza de que un día "se tendría el tiempo" para realizar tal o cual actividad. En dicha lógica las personas no somos actores que abrimos y creamos los tiempos para nuestros deseos, sino meros personajes que padecemos el tiempo, que lo llevamos a cuestas como una pesada carga, como si estuviéramos adentro de un cajón o de un proceso burocrático en el que tenemos que cumplir con el siguiente paso, con el protocolo, con la esperanza de que quizás un día podremos "ser liberados", salir finalmente de aquel mecanismo infernal, y entonces, sólo entonces, tendremos un montón de tiempo.

La trampa de "cuando tenga tiempo" consiste en que dicha noción crea, reitera y sostiene un obstáculo que consiste en desplazar hacia un futuro ideal que nunca ha de llegar, en el que supuestamente todas los astros y condiciones se alinearían para "tener tiempo y sólo entonces poder...". El "cuando tenga x, entonces podré y" se complemente y continúa en "Y como no tengo x, entonces nunca podré y" gracias a lo cual se le adjudica a alguien o algo más la responsabilidad de que nunca se tiene el tiempo suficiente para tal o cual cosa. Por ello es fundamental poder advertir que los humanos habitamos en dos tiempos: el de la simple sucesión, el tiempo que se comparte con las cosas, es el tiempo en la base de "cuando tenga tiempo, entonces podré..." y otro tiempo, el más importante, el tiempo del deseo, el cual se sabe abrir paso sólo porque sí, sin justificación ni garantías absolutas, asumiendo los riesgos de invetar lo imposible.




« Camilo E. Ramírez »