Opinión Editorial
Ómicron
Publicación:29-11-2021
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Declaró haber encontrado una variante de preocupación, que designó con la letra del alfabeto griego: ómicron; y le otorgó el código B.1.1.529.
El pasado 26 de noviembre, el Grupo Asesor Técnico de la Organización Mundial de la Salud, que estudia la evolución del virus Sars-CoV-2, declaró haber encontrado una variante de preocupación, que designó con la letra del alfabeto griego: ómicron; y le otorgó el código B.1.1.529.
Se trata de una mutación de gran calado, que ha incidido en la composición genética del virus, que lo vuelve más transmisible que la variante Delta, además, se sospecha que podría generar menor eficacia de las vacunas existentes. Los estudios sobre el comportamiento del virus están en proceso, seguramente en los próximos días tendremos más información sobre el nivel de riesgo de esta nueva cepa.
Por lo pronto, el pasado Black Friday (Viernes Negro) que tuvo lugar el 26 de noviembre ya citado, con la noticia de la nueva mutación denominada ómicron, que amenaza la recuperación económica de los países ya golpeados por la emergencia sanitaria y que sugiere la posibilidad de un nuevo confinamiento, generó ansiedad y una crisis en los mercados financieros internacionales, precipitó la caída no sólo de Wall Street, también de la Bolsa Mexicana de Valores, generando pérdidas millonarias, el peso tuvo una depreciación respecto al dólar, llegando hasta los 22 pesos.
Para las autoridades mexicanas hay que estar a la expectativa de la evaluación de esta nueva variante, pero las restricciones de vuelos del extranjero y el control con pruebas a los viajeros, no se impondrán como norma, considerando que se trata de medidas que “afectan la economía y el bienestar de los pueblos”. Otros países de Europa, Norteamérica y Sudamérica, no piensan igual, han restringido los vuelos internacionales y han cerrado parcialmente sus fronteras.
Israel que posee ya varios casos confirmados, decidió cerrar completamente sus fronteras; Canadá cuenta también con dos casos de la nueva variante y ha retomado las restricciones y la obligatoriedad de realizar una cuarentena al ingresar a ese país. Los Estados Unidos también han cancelado los vuelos que provienen de ocho países vecinos de Sudáfrica y realizan vigilancia epidemiológica considerando que el virus podría estar ya en suelo norteamericano.
La Unión Europea (España, Francia, Italia, Alemania, Austria, Países Bajos) y Reino Unido, cancelaron sus viajes desde África austral y han anunciado que establecerán restricciones en los vuelos internacionales.
A nivel local, en Nuevo León, en el aeropuerto internacional se han establecido filtros para detectar posibles casos sospechosos que provengan de vuelos internacionales. En México, antes de que se reporte la presencia de ómicron, estamos próximos a alcanzar los 300,000 mil muertos por Covid-19, hasta el día de ayer se contabilizaron 293,897 muertes.
El aeropuerto de Nuevo León tiene menor tráfico aéreo con el extranjero que la Ciudad de México, así que es más probable que en la capital lleguen los primeros casos, como ocurrió el día de ayer en Ontario, Canadá, donde fueron identificados los dos primeros casos en Ottawa, la capital canadiense, considerando que por ser el centro político del país, recibe mayor población proveniente de muchos países del mundo, en este caso un par de personas que habían estado previamente en Nigeria.
Sabemos que ómicron se detectó originalmente en Sudáfrica, pero ahora tiene casos confirmados en Australia, Bélgica, Botsuana, Gran Bretaña, Dinamarca, Canadá, Alemania, Hong Kong, Israel, Italia y Países Bajos (Holanda), pero no se tenía en el radar a Nigeria. África por su bajo nivel de vacunación se puede convertir en el nuevo epicentro de ómicron, además, se considera que estas 30 mutaciones que se efectuaron recientemente en el virus, pudieron llevarse a cabo en un paciente africano con VIH, lo cual representa un sistema inmunológico muy comprometido, donde el virus Sars-CoV-2 tuvo la oportunidad de mutar, mutar y mutar hasta lograr fortalecer sus capacidades de sobrevivencia.
Los Estados Unidos, por voz de Anthony Fauci, epidemiólogo y jefe de enfermedades infecciosas de ese país, fue más pesimista, al considerar que ómicron: “inevitablemente llegará aquí”, inclusive considero que ya pudiera estar presente en ese país. También hay que agregar que el invierno está por comenzar el próximo martes 21 de diciembre, habrá temperaturas más frías y esto implica que los espacios sociales tendrán que ser cerrados, lo que generará un mayor riesgo de contagio.
La pandemia nos seguirá confrontando con escenarios inéditos, con situaciones emergentes para las que no estamos ni estaremos totalmente preparados, pero que nos invita a colocarnos en una actitud defensiva pero a la vez proactiva, con la intención de ser flexibles y lograr adaptarnos a las nuevas circunstancias por más inesperadas que éstas sean.
Las autoridades mexicanas, tanto federales como locales, se han afanado en tratar de regresar a una normalidad basada en el esquema de referencia pasado, previo a abril de 2020, esto con la intención de reactivar la economía y todas las actividades laborales. Es evidente que ómicron volverá a presionar impulsando diversas restricciones, no será posible recuperar el estilo de vida previo a la pandemia, pero sí podemos aspirar a integrarnos a nuevos escenarios de manera exitosa.
Si el nivel de riesgo epidemiológico es alto, podemos apuntalar el trabajo virtual y a distancia, si el nivel de riesgo es medio, sabremos apoyarnos en un esquema híbrido y cuando el nivel de riesgo sea bajo, podremos incentivar las actividades presenciales de manera más enérgica.
Las autoridades deberán asumir una actitud de flexibilidad y pensamiento divergente para la toma de decisiones, de lo contario pretenderán recuperar una realidad social pre pandemia que ya no existe y que no volverá; el mundo postcovid es y será distinto al precovid, pensar que volveremos a abrazarnos y reencontrarnos como si nada hubiera pasado, simplemente es una ilusión más basada en la añoranza por un pasado mejor.
Si las autoridades no se adaptan a los nuevos acontecimientos que cambian de manera rápida, y entienden que los escenarios sociales inéditos emergen de manera vertiginosa, no lograrán estar a las alturas de las circunstancias y sus decisiones serán costosas en todos los sentidos.
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