El Instituto de Información Científica (Institute for Scientific Information, ISI) es una empresa dedicada a la cienciometría, es decir, al análisis de la información científica que se produce a nivel mundial. Según un reporte reciente de esta corporación, se espera que el año 2025 marque la pauta para el desarrollo de innovaciones tecnológicas y médicas que podrían cambiar la historia a mediano y largo plazo, especialmente la calidad de vida de las personas y sus expectativas de vida.

Este informe señala un conjunto de desarrollos científicos y tecnológicos que impactarán nuestras vidas y que son viables de aplicarse a nivel masivo. Obviamente no todo el mundo tendrá acceso de manera inmediata, pero sí estarían disponibles estos avances para el bien de la humanidad.

Cuando uno ha llegado a un nivel del ciclo vital avanzado, realmente preocupan varios temas, especialmente en el área de la salud, uno de ellos es la preservación de la capacidad cognitiva. No queremos que nuestra memoria, la inmediata ni la remota, se vea alterada. Quisiéramos tener una supermemoria fotográfica y poseer una capacidad de recuperación de recuerdos potente, muy potente, que en cuestión de milisegundos recordemos el nombre preciso, el dato exacto, el hecho significativo.

Según este reporte la demencia declinará en el futuro próximo. La medicina del estilo de vida promete ayudar en este campo a mejorar la memoria, pero también nuevas terapias farmacológicas que están en etapa de aprobación.

Y créame estimada lectora y lector, cuando uno llega a una etapa nonagenaria, la demencia es un fantasma que recorre los pasillos de nuestro hogar, una amenaza latente vinculada a diferentes problemáticas médicas de carácter neurodegenerativo. Nuestros procesos cognitivos requieren una capacidad mnémica intacta o al menos, no tan deteriorada o comprometida.

El segundo aspecto innovador para este 2025 será el tener al alcance energía solar para todos/as. Espero que esto sea el inicio de una revolución en energías renovables. El sol sale para todos, decía la estrofa de aquella canción popular, y debemos aprovechar esta naturaleza democrática estelar. Monterrey posee un sol especial, uno que "me seguía desde niño, andaba- como decía el poeta regiomontano universal- detrás de mi como perrito faldero, despeindado y dulce, claro y amarillo".

La energía solar es el futuro energético para el desarrollo inclusivo de las comunidades, espero que los gobiernos permitan utilizar de manera libre a los ciudadanos los paneles solares y desarrollar esta tecnología para la autonomía energética, reduciendo los costos, mitigar el cambio climático e impulsar economías emergentes.

Un tercer avance científico de gran relevancia, será que la diabetes tipo 1 será prevenible. El estudio cada vez más preciso del genoma humano permitirá identificar este tipo de condición médica de manera muy temprana, la modificación genética dará paso a terapias basadas en la modulación del sistema inmunológico que puedan prevenir la destrucción de células beta pancreáticas en etapas iniciales.

Además, se desarrollan actualmente vacunas dirigidas al sistema inmune, como GAD-alum, y lo relevante es que están mostrando resultados prometedores. En términos generales este 2025 es crucial para el desarrollo e implementación de estrategias que podrán transformar la prevención y el manejo de esta enfermedad, especialmente en niños.

La historia de la humanidad posee múltiples episodios de hambrunas como parte de los escenarios sombríos que han tenido que afrontar diversas civilizaciones. Pronto la población mundial transitará hacia los 8,000 millones, y la seguridad alimentaria es un desafío preocupante. Para ello, existen avances en la agricultura y también en la ingeniería genética que permitirán producir más con menos recursos. Tendremos como alternativa alimentaria cultivos modificados genéticamente, como el trigo resistente a la sequía y el arroz fortificado con vitaminas, igualmente la carne desarrollada en ambientes de laboratorio, todo ello implica menos uso del agua y también de la tierra requerida.

En el tema de la transportación se espera que podamos contar, al estilo de la serie de los Supersonicos, con aviones eléctricos de despegue vertical, que este año 2025 estarán iniciando operaciones comerciales.  El figlio Arturo tiene un dron miniatura que lo hace volar fácilmente, despega de manera vertical y es eléctrico. Me imagino los aviones eléctricos como un dron gigante, para uno o dos pasajeros.

Otro aspecto relevante es la conectividad que será omnipresente, la nueva red en desarrollo 6G, será 100  veces superior en su capacidad y velocidad de conexión que la 5G. No importa que esté vacacionando en Guachichil, allá en mi cabaña de la sierra de Arteaga o en los Arroyos en Montemorelos, o en El Potrero en Villaldama, Nuevo León; por más remoto que sea el emplazamiento será imposible técnicamente estar desconectado de la red.

Además, a partir de este año serán cada vez más accesibles los lentes inteligentes y las interfaces cerebro-computadora, herramientas que permitirán una calidad de vida inimaginable. Los comandos que hoy le doy a Alexa, no serán verbales sino de pensamiento, para ello se activará un impulso nervioso que será transmitido de mi cerebro a la inteligencia artificial, y escucharé la Chiquilla Cariñosa de Los Rancheritos con sólo desearlo.

Tengo que confesar un secreto a la amable lectora y lector: odio el plástico. Me resulta perturbador caminar por la montaña y observar botellas de plástico, igualmente cuando acudo a pescar al río Pilón o en el mar, encontramos desechos de plástico que destruyen el medio ambiente. A partir de este 2025 diversas empresas están utilizando un sustituto derivado de la nanocelulosa, un material con propiedades extraordinarias, más fuerte que el acero, biodegradable y renovable. Serán materiales sostenibles que se implementarán inicialmente en la industria automotriz y espero también, en el área de la construcción.

En el campo de la salud, existe mucho optimismo en la inmunoterapia, que permitirá activar el sistema inmune y atacar tumores. A partir del 2025 conoceremos tecnologías de próxima generación para reducir los efectos secundarios graves de los tratamientos oncológicos actuales. Además, la terapia génica y los nanorobots permitirán atacar las células cancerosas, revolucionando con ello el campo de la  oncología.

Tengo mucha entusiasmo en que las nuevas generaciones puedan vivir mejor que las actuales. Que la esperanza de vida transite de los 75 años a los 85 para el 2035. Y a 90 años para el 2050.

Para lograr estos avances en el promedio de vida, será necesario que desde el nacimiento se puedan prevenir enfermedades futuras; a partir de ese 2025 se espera que cada vez más países integren el mapeo genético al momento del nacimiento, desarrollando un sistema de salud que utilizará esta herramienta genómica poderosa, identificando los riesgos genéticos con gran anticipación, especialmente en enfermedades como el cáncer, las cardiopatías y los trastornos neurodegenerativos.

El último aspecto destacado por el informe del Instituto de Información Científica, señala a la teletransportación como un hecho posible, y que tendrá gran desarrollo durante el 2025. China está a la vanguardia y ha logrado teletransportar información, utilizando recursos de la computación cuántica, de un emisor a un receptor ubicado a 1,200  kilómetros de distancia. En este campo de la informática cuántica estamos en los albores de una revolución tecnológica que tendrá un gran impacto en las telecomunicaciones y la criptografía.

Desde la perspectiva de los avances científicos y tecnológicos, el 2025 más que sombrío luce prometedor.