Opinión Editorial
Mi deseo del Día del Padre
Publicación:20-06-2021
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Ayer domingo fue especial, siempre disfruto la convivencia con la familia.
Ayer domingo fue especial, siempre disfruto la convivencia con la familia, me encanta ver correr a los nietos por los pasillos de la casa, a las mujeres platicar alrededor de la cocina, a los hijos que conversan en la cochera rodeados de los perros que traen consigo como mascotas inseparables.
Debo confesar que me arrepiento de haber retirado la alberca que tenía en el patio, el día de ayer fue tan caluroso que hasta yo, a mi edad, deseaba aventarme y darme un chapuzón para refrescarme. Voy a considerar en mi lista de deseos instalar una alberca para el próximo junio, estoy seguro que esto será un pretexto más para motivar una mayor y más divertida convivencia con la familia.
Intitulé este artículo como Mi deseo…, pero en realidad pienso en muchos no sólo en uno. Así que tengo que hacer el listado para después considerar alguno de ellos que sea el más especial. Varias ideas rondaron mi cabeza, así que paso a describirlas.
Leer el periódico me gusta y lo hago todos los días, sin embargo, en ocasiones me genera un poco de estrés. Por ejemplo lo que pasó el fin de semana en Reynosa, donde un comando armado disparó a civiles por las calles de esa ciudad, aparentemente al azar, matando a 14 personas.
También el caso de las desapariciones en la carretera de Monterrey a Nuevo Laredo, más de 50 personas en los últimos meses han sido secuestradas por un grupo criminal que opera en esa zona. ¿Cómo es posible que las autoridades no puedan detener a esos delincuentes?
Mi esposa María Luisa, ella tiene varios familiares que viven en Nuevo Laredo y en Laredo, Texas, pero no podemos ir a visitarlos, y eso sí nos baja la moral, porque antes íbamos muy seguido, disfrutábamos el viaje y, de pasada, comprábamosjuguetes, ropa y otros enseres para los nietos y los hijos. Todo eso está detenido, dentro de un mes volverán a abrir la frontera terrestre, pero no sé si nos armemos de valor para transitar esa carretera del terror.
Llevamos más de una década con la violencia alrededor de nuestras vidas, acechándonos como león amarrado, pero no podemos desplazarnos con la libertad de antes. Tengo que admitirlo, esta circunstancia a lo largo de este tiempo sí desgasta emocionalmente, no es posible adaptarse a vivir rodeado de violencia y más violencia, tampoco es deseable una normalización subjetiva de la misma.
Quisiera anotar en estas líneas que mi deseo del Día del Padre es la erradicación de la violencia, si no es posible en México, al menos en Nuevo León, donde las instituciones de seguridad se fortalecieron y lograron disminuir la presencia de los cárteles, pero aun así, el estado corre el riesgo de ser disputado por bandas rivales, provenientes del occidente del país, lo cual representa un gran riesgo para los que vivimos aquí, no queremos que Nuevo León se vuelva nuevamente en un Jalisco “reloaded”.
Sí, ese es mi deseo, pero no creo que logre prosperar mucho, se ve tan arraigada la guerra entre los cárteles que el estado mexicano ha adoptado una actitud de dejar hacer, cuando lo que se requiere es una lucha frontal para desarticular estas organizaciones. Pero ya ni llorar es bueno, los grupos criminales se han fortalecido enormemente, ahora los vemos con brazos armados muy bien pertrechados, con uniformes de lujo, armamento de primera, soldados bien entrenados y con excelente forma física, con moral alta, decididos a tomar territorios a través del uso de la fuerza militar. Es como si el antiguo dios azteca de la guerra, Huitzilopochtli, siguiera requiriendo ofrendas de sangre y sacrificio, para alimentar sus necesidades divinas. Son sólo ideas, pero el temor a que un cártel se apropie nuevamente está allí vigente, y no sólo tenemos el caso Jalisco, muy triste, muy debilitado por las organizaciones criminales que disputan su territorio, también tenemos el caso Tamaulipas.
Desde hace varios gobiernos el estado de Tamaulipas ha mostrado una debilidad institucional muy elevada, donde las bandas del crimen organizado han penetrado profundamente el tejido social y han debilitado las policías y los gobiernos. Tamaulipas está muy próximo a entrar en la categoría de narco estado, y seguramente más exgobernadoresseguirán siendo detenidos y acusados por sus vínculos con estos grupos delincuenciales.
Viene un cambio de gobierno para Nuevo León y no sabemos si este tema será o no prioridad, tenemos que reconocer que con el caso Jalisco, el partido de Movimiento Ciudadano está asociado con un debilitamiento institucional ante la amenaza de los cárteles de la droga. Y sí, la inquietud está allí, al tener un gobierno local gobernado por este mismo partido, surge la expectaciónlegítima, de saber hasta dónde podrá contener el avance de los gruposcriminales en nuestro territorio.
La naturaleza del deseo humano es su carácter irrealizable, por ello, deseamos y deseamos y no paramos de desear, porque su esencia consiste en una imposibilidadintrínseca, así que no perdemos nada y, finalmente, asumo lo que no hice previamente, considerar que mi deseo del Día del Padre es ver a Nuevo León blindado del domino de cárteles de la droga.
Los conocedores del tema saben que ya operan en nuestro estado varios cárteles, especialmente los que pertenecen a esta zona noreste, pero no tenemos una guerra sin cuartel “in crescendo”. Solo hay una manera de comprobar el nivel de blindaje actual de Nuevo León, así que el próximo 21 de julio, vamos a preparar un viaje a Laredo, pero nos vamos a ir por la carretera a Colombia. Siempre viajo con un perfil bajo, con un carro modesto pero de modelo reciente, y pienso recorrer por Salinas Victoria, luego Villaldama, Bustamante, Lampazos y Anáhuac. Allí podemos cruzar por el puente Colombia y tomar Mines Road hacia el este hasta llegar a Laredo, Texas.
Se trata de un recorrido más largo, pero espero que sea más seguro, y romper así con este miedo de viajar y recuperar la libertad que tanto deseamos para visitar a nuestras familias que están de aquel lado.
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