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Opinión Editorial


Más autodefensas


Publicación:12-07-2021
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Las autodefensas emergieron en México durante el 2013 en tierras michoacanas.

Las autodefensas emergieron en México durante el 2013 en tierras michoacanas. Allí se han consolidado como una opción que posee el pueblo paraprotegerse de ataques  de los grupos de la delincuenciaorganizada. Durante esta semana se han presentadootrosgrupos de autodefensas pero ahora en la Sierra de Chiapas.

México posee una intrincadageografía, con bellas playas a lo largo de los mares que le rodean, especialmente el Océano Pacífico, el Golfo de California, el Mar Caribe y el Golfo de México; más allá de sus playas se erigenenormes cadenas montañosas, como la Sierra Madre Occidental que involucra los estados de Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Zacatecas y Nayarit; y la Sierra MadreOriental que transcurre a lo largo de varios estados desde Texas hasta Puebla. Además tenemos la Sierra de Oaxaca, la Sierra de Chiapas y también la Sierra del Sur. Hacia el centro del país contamos con  una zona volcánica donde se emergenotrasenormes montañas, como el Iztaccíhuatl, el Popocatépetly también el Pico de Orizaba.

Toda esta belleza natural implica grandes retos para sus habitantes, considerando que este tipo de geografía propicia el aislamiento, especialmente en los pueblos enclavados en las montañas. La riqueza natural de estoslugares es enorme, en maderas, agua y recursos minerales. Esta abundancia se encuentra en entornos sociales donde grupos de poder locales explotan no sólo estos recursos, también el trabajo de los pobladores. Situación de injusticia social que se reproduce desde hace siglos; Bruno Traven en su novela La Carreta describe esta explotación y opresión que viven las comunidades maginadas y que al final delcamino, genera encono y profundo resentimiento y  rabia social.

A diferencia de la injusticia histórica, la actual implica a grupos de la delincuencia organizada que actúanaliados con autoridades locales y caciques de la región. Estos delincuentes se dedican al trasiego de dogas pero especialmente al tráfico humano, además del secuestro, cobro de piso, extorsión y robo de vehículos. Además, al apropiarse del poder político municipal logran controlar a la policía municipal así como el presupuesto de obras públicas y el catastro que implica identificar quién posee qué bienes inmuebles en el lugar.

Actualmente tenemos en los Altos de Chiapas una insurrección del pueblo contra los delincuentes, lo cual era de esperarse, considerando los 200 asesinatos que se han cometido en contra del pueblo y sus defensores. El fin de semana la GuardiaNacional trató de entrar al lugar, en el municipio de Pantelhó, y los pobladores los detuvieron mientras un comando de autodefensas denominado El Machete, les robaron nueve fusiles, una ametralladora, una pistola, chalecos antibalas  y dos mil cartuchos.

No es el único caso, en Guerrero, en la Sierra de  Zihuatanejo, más de 70 familias se han visto desplazadas de sus comunidades, viven en la montaña,  se cubren con lonas de plástico para resguardarsedurante la noche; un grupo del crimen organizado, denominado Los Cuernudos,  los amenazaron, les cobran piso, les han robado y los extorsionan. Al igual que Chiapas, las autoridades de ningún nivel, han podido proveer la seguridad que necesitan.

En el caso de Michoacán, las autodefensas siguen ejerciendo su derecho a la autoprotección, ahoracoaligados con un grupo de la delincuenciaorganizada, por lo que el problema no sólo no se ha resuelto, al contrario, ha seguido creciendo, al grado de que la mismaGuardia Nacional es incapaz de tomarcontrol sobre la situación, especialmente el lograr mantener abierta la carretera que comunica a los pobladores con otras comunidades.

Los 300 pobladores de la Sierra de Zihuatanejo tarde o temprano tendrán que recurrir a las autodefensas como opción de autoprotección y sobrevivencia, finalmente algunos de los 18  grupos de la delincuencia organizada que operan en la región se interesaran en controlar ese espacio geográfico y prometerán echar fuera a Los Cornudos.

Los delincuentes se han apoderado de grandes extensiones del territorio nacional y la política del gobierno federal no ha funcionado, al no confrontar a los criminales éstos se han apropiado de espacios cada vez mayores. La guerra de los criminales por los territorios es una cruenta tarea cotidiana que deja un centenar de muertos diarios.

“Soy pacifista”insistió el Comandante en Jefe de las fuerzas armadas mexicanas, “no se puede hacer el bien con el mal” e insistió, “no se puede resolver la violencia con más violencia”. Todos parecen argumentos aceptables, pero el problema es que los criminales no les molestan estas minuciasargumentativas del Comandante Supremo, mientras puedan seguir lucrando con sus negocios ilícitos.

Ir a la resolución de las causas puede llevar más tiempo del requerido para evitar una guerra más extensa entre los cárteles, una situación que está orillando a la población a autoprotegerse; las autodefensas representan un germen para que esta guerra se expanda socialmente, con un control del narco sobre el gobierno, a través de grupos de narcoparamilitarescomo se ha expresado  en los conflictos actuales de Chiapas, Guerrero y Michoacán.

Es evidente que no habrá un cambio en la estrategia nacional de seguridad, el Presidente, como lo ha expresado, no tomará una decisión que implique una confrontación del ejército con los grupos criminales que gozan de apoyo de la población civil.  Seguirá con una política de contención que procurará negociar la paz con los criminales, convencerlos de que abandonen el mal camino.

Mientras los grupos criminales siguen mejorando en su pertrechamiento táctico, ya no son aquellos improvisados delincuentes que ascienden en la organización criminal, ahora son contratados como futuros soldados mercenarios que son entrenados y perfeccionados en sus habilidades militares, para formar parte de estos ejércitos privados de los cárteles.

La única manera para que se dé un cambio en la estrategia nacional de seguridad, partirá de las presiones que realice el gobierno norteamericano considerando que estos cárteles trafican drogas y personas hacia aquél país. Aún es tiempo de que el gobierno federal pueda recuperar el control de ese 35% del territorio que es manejadopor el crimen organizado, si no se da ese giro en la estrategia, para finales del 2024 tendremos en muchos espacios geográficos del país, narcogobiernos encargados de regir poblados y ciudades, con todo el riesgo que eso implica para sus habitantes.

Esperemos que el Comandante Supremo de las fuerzas armadas mexicanas despierte de su sueño pacifista, eipso factotome decisiones que permitan a las fuerzas de seguridad recuperar los territorios perdidos y desmantelar las organizaciones criminales que pretenden apoderarse de la geografía mexicana.

                                                                            




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