banner edicion impresa

Opinión Editorial


FIL Monterrey 2022


Publicación:10-10-2022
version androidversion iphone

++--

La Feria Internacional del Libro (FIL) Monterrey, en su trigésima edición 2022.

La Feria Internacional del Libro (FIL) Monterrey, en su trigésima edición 2022, representa un esfuerzo coordinado con el gobierno estatal de Nuevo León, así como el municipal de Monterrey, el gobierno estatal de Coahuila, así como los gobiernos locales de Saltillo y Monclova, para impulsar la cultura del libro, promover la lectura y generar más adeptos lectores, que contribuya con ello al fortalecimiento de la cultura lectora de la población.

En esta acción participan también las casas editoriales, que juegan un papel importante en la  promoción, distribución y comercialización de los libros impresos, digitales y en formato de audio, por lo que estamos ante una industria de gran relevancia económica y cultural.

Entre las principales ciudades de México que poseen sus ferias del libro, destacan la Ciudad de México y Guadalajara, resulta un propósito estratégico que Monterrey logre posicionarse de manera destacada en la promoción cultural, como lo ha hecho con esta edición 2020.

Existen estereotipos arraigados con respecto al supuesto poco interés del regiomontano y neoleonés, por apropiarse de un capital cultural decoroso; se le dibuja como una persona tacaña  y poco desarrollada en cuanto a su conciencia social, se le ha tachado de analfabeta filosófico, como lo hizo el tristemente célebre filósofo regiomontano Agustín Basave; y como unos bárbaros al borde de la civilización, donde el gusto por la carne asada nos ubica en un nivel de cromañón, idea desarrollada por un desafortunadamente  célebre oaxaqueño que se creía capitalino, exsecretario de Educación a nivel nacional y  con sueños fallidos de grandeza política, como lo fue José Vasconcelos.

La FIL Monterrey  pretende constituirse como un punto de referencia cultural en el norte de México,  una aspiración bastante ambiciosa; si logra posicionarse a nivel del noreste mexicano me parecería excelente, incluyendo a Coahuila, como atinadamente lo hicieron en esta edición, y en futuras ediciones,  vinculándose con Tamaulipas, Texas y Chihuahua; todo ello sería un excelente propósito.

La FIL Monterrey también posee una área muy extensa para que los niños(as) puedan acudir y participar, con sistemas interactivos de aprendizaje, adecuados a temáticas relacionadas con la cultura del  agua, aspecto muy pertinente, considerando que aunque esta educación de prevención inició en la década de los 80 del siglo pasado, las nuevas generaciones de regiomontanos, especialmente los descendientes de padres que no son oriundos  de la Ciudad, no poseen esta cultura del cuidado hídrico, que es necesario estar fortaleciendo de manera permanente.

Como en toda feria internacional, se busca que asistan e impartan conferencias escritoras y escritores reconocidos mundialmente, también a nivel nacional, lo cual me parece un aspecto importante; prácticamente todos los eventos de esta talla lo manejan de esta manera, además, es una oportunidad para que los lectores(as) entren en contacto con sus autores(as) favoritos, que puedan escucharlos de viva voz  y no sólo a través de la escritura, además de la obligada ceremonia de autógrafos y  dedicatorias en la página inicial del libro.

Un aspecto central que se debe rescatar de la propuesta de este magno evento es, sin duda, el papel que juegan los escritores y las escritoras neoleonesas en un contexto glocal (global y local)  del siglo XXI. También se subraya la participación cada vez mayor por parte de las mujeres, algo que hay que enfatizar en el medio regiomontano y neoleonés, pero que a nivel internacional no representa  la literatura un área donde la mujer esté, desde el punto de vista creativo, en desventaja. El dominio que poseen las mujeres del lenguaje, su capacidad imaginativa y su perspicacia social, han sido detalladas por estudiosos de la neurobiología actual, y ha sido constatado por autoras como Jane Austen, Virgina Woolf, Sor Juana Inés de la Cruz, Agatha Christie, entre otras. La literatura para las mujeres no es como las matemáticas, se trata de un campo donde la voz femenina posee una presencia histórica muy destacada.

Insisto en el papel de la literatura norestense, los trabajos de las escritoras y escritores que tienen como punto de referencia la historia y la geografía de este bello estado libre y soberano de Nuevo León. Las escritoras y escritores del siglo XX neoleoneses poseen una visión distinta a los del siglo XXI, la inmigración y los procesos de aculturación por los que se han formado desde la niñez y juventud los actuales escritores(as) neoleoneses de primera y segunda generación, van a permitir un mosaico muy diverso de perspectivas sobre la experiencia de ser neoleonés y regiomontano.

Para los que hemos sido universitarios toda la vida, que laboramos en distintas funciones dentro de la Secretaría de Educación, aprendimos a concebir al Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), que en esta feria es el principal organizador y promotor, a percibirlo con cierta suspicacia, considerando que es una institución privada que busca obtener ingresos ofertando una educación de calidad que es concebida como una mercancía.

“¡El Tec no la brinca sin huarache!” es una frase muy socorrida por académicos y funcionarios que conocen cómo esta institución  oferta servicios educativos a diferentes gobiernos y organizaciones, y que genera con ello importantes ingresos económicos, lo cual representa una lógica lucrativa propia de una empresa privada, aunque sea del sector educativo.

La pregunta obligada es: ¿Qué beneficios económicos pretende lograr el ITESM con la organización y promoción de esta FIL? Sabemos que la industria editorial es económicamente lucrativa, pero habría que darle respuesta a la pregunta previa para identificar el esmero con que esta empresa educativa privada promueve la lectura y la cultura a nivel internacional. Lo que sí sabemos es que  el ITESM no es una asociación de hermanas de la caridad.

Independientemente de la posible agenda oculta del ITESM respecto a la industria editorial, con la realización de esta FIL, se  han establecido unos parámetros altos en cuanto a la organización y promoción de una feria del libro, por lo que la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) tendrá que hacer lo propio para también destacar en la realización de su propia feria del libro que seguramente está próxima a efectuarse.

Celebro que la entrada sea gratuita, como debe ser un evento cultural, también elogio la extensión de la feria, prácticamente una semana, del 08 al 16 de este mes,  me gusta el programa literario, así como académico, el pabellón de la niñez que ya comentamos, y también el programa artístico, donde se llevan a cabo algunas representaciones de obras de teatro; pienso que sería interesante ampliar un poco más la oferta de la dramaturgia y las artes visuales, con exposiciones de fotografía o pinturas que sean paralelas y en el mismo recinto.

También será conveniente seguir impulsando a los escritores y escritoras neoleoneses y de la región del noreste mexicano, y dejar de hacer (como decían mis estudiantes cuando fui director de la Preparatoria 9 de la UANL) “guana-guana”, es decir, dejar de reverenciar a los escritores capitalinos como si fueran “la última coca cola del desierto”, como también se expresaban coloquialmente  mis estudiantes preparatorianos de aquellos tiempos. En  la literatura mexicana no deber haber vacas sagradas.




« El Porvenir »