banner edicion impresa

Opinión Editorial


Casino Royale 11 años después


Publicación:22-08-2022
version androidversion iphone

++--

El próximo jueves 25 de agosto, se cumplen 11 años de la tragedia del Casino Royale.

El próximo jueves 25 de agosto, se cumplen 11 años de la tragedia del Casino Royale. A diferencia de otros años, la conmemoración luctuosa estará dirigida desde instancias de gobierno, considerando que la Comisión Nacional de Derechos Humanos recomendó que las autoridades gubernamentales ofrecieran disculpas públicas por su actuación durante los hechos ocurridos en aquel momento.

Los hechos, como recordamos todos los regiomontanos, sucedieron sobre la Avenida San Jerónimo, a las 15:48 horas de la tarde, siendo un día jueves, lo que llama la atención, considerando que este 25 de agosto, también coincidentemente será jueves.

Las cámaras de vigilancia de aquel momento lograron captar cómo llegaron estos criminales al lugar, rociaron de gasolina el interior del casino, golpearon y amedrentaron a la gente, dispararon en forma intimidatoria y luego prendieron fuego al inmueble, para salir corriendo de allí a toda prisa.

No tenemos imágenes de lo que ocurrió allí adentro durante esos minutos que se convirtieron en horas hasta que fueron rescatados los sobrevivientes, seguramente sí había cámaras de vigilancia, especialmente en el área de cajas, pero lo más probable es que el negro humo denso hiciera imposible la visibilidad de lo sucedido.

Lo que podemos inferir es que las víctimas no lograron escapar por la confusión de lo que allí ocurría, por la nula luminosidad, y especialmente, porque el lugar era un laberinto en donde era muy fácil desorientarse, especialmente para los clientes que allí acudían. Los salones estaban llenos de mesas, sillas, máquinas, juegos de azar, los pasillos no estaban bien delimitados en cuanto iluminación, no había puertas de salida de emergencia, tampoco ventanales que permitieran la entrada de luz natural al lugar.

Las víctimas se encontraron en un laberinto oscuro, inhalando el humo tóxico, con la histeria del ataque a balazos,  y el pánico se volvió en su contra de manera inmediata. Sabemos que el humo tiende a subir, por lo que en caso de incendio lo mejor es permanecer lo más cerca del piso, pero en este caso por huir de la agresión armada, subieron las escaleras y se encerraron en los baños. Obviamente que el humo tiende a subir y pronto se encajonó en la segunda planta.

Los empleados sí conocían el lugar y pudieron haber habilitado las puertas que permitieran salir por la parte posterior del edificio, pero sólo existieron esfuerzos aislados por parte del personal. Las víctimas fueron dejadas a su suerte, no recibieron asistencia significativa de los operadores del casino en ese momento crucial.

Las víctimas del Casino Royale requieren que se les haga justicia, los familiares es lo que reclaman y también señalan que esperan empatía por parte de la ciudadanía regia. Por supuesto que cuentan con ella, aquí tenemos 52 víctimas que exigen justicia que aún no llega de manera clara y contundente.

De los criminales que llevaron a cabo el incendio y el asalto al casino, algunos de ellos fueron abatidos posteriormente por las fuerzas de seguridad, otros seguramente aún están en la cárcel, y los que no los alcanzó la justica humana, esperemos que pronto la justicia divina haga su trabajo.

Donde no ha habido justicia es con respecto a las autoridades que permitieron que un lugar operara de esta manera, sin salidas de emergencia, sin ningún tipo de seguridad al interior para en casos de siniestros como el que ocurrió. Aquí es donde queda a deber el gobierno, y ahora, en lugar de justicia lo que ofrece son unas disculpas públicas porque así lo recomendó la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Respeto mucho a los familiares de las víctimas, empatizo con su dolor, por sus pérdidas, me uno a su reclamo por justicia. Sé también que los procesos de duelo empiezan por aceptar la realidad de manera paulatina, pero en un caso como éste, no creo que sea necesario perdonar para lograr completar el proceso de duelo.

Poniéndome en los zapatos de los familiares de las víctimas, sigo reclamando justicia para mis deudos; por qué no hay funcionarios en la cárcel, por qué el dueño del casino no está tras las rejas, es el responsable de que no existiera manera de escapar en caso de un siniestro en su negocio. Por parte de las autoridades gubernamentales no ha habido más que simulación y complicidad, por qué ahora habría de perdonarlos,  como si nada hubiera ocurrido.

Cómo voy a perdonar a unas autoridades que no han tenido el compromiso de establecer allí un memorial digno, expropiando el predio donde ocurrió la tragedia  y reparando un poco el daño proporcionado. En ese predio debe construirse  una plaza pública que contenga en su centro un monumento enorme en conmemoración luctuosa. Nada de esto han hecho las autoridades, sólo realizarán el acto de disculpa pública para la foto, para levantarse el cuello.

La disculpa pública que tendrá lugar este próximo jueves es una farsa más de las autoridades de los tres gobiernos: federal, estatal y municipal. Como familiar iría  a gritar la verdad: ¡queremos justicia! No importa que hayan transcurridos 11 años. Si quieren que las disculpas sean aceptadas por los deudos, que expropien  el predio completo y se construya una plaza con el monumento a las 52 víctimas. Qué es eso de conformarse sólo con 80 metros cuadrados donados por el dueño del terreno. Si no nos está haciendo un favor, exigimos justicia y que todo el espacio donde ocurrió la tragedia se dedique a un memorial digno y una plaza pública.

En ese lugar de la avenida San Jerónimo no puede construirse encina ningún edificio, hotel o lo que sea, sería como sepultar simbólicamente la tragedia allí  ocurrida. ¡Eso no se debe de permitir! Que las autoridades actuales se quiten la máscara de la hipocresía y que responsan a este requerimiento público por parte de los familiares de las víctimas del Casino Royale.

Por sus obras los conoceréis, y estas autoridades como las anteriores son puro pico, puras promesas incumplidas, sólo pretenden  darle por su lado a los deudos, hacer como sí, simular una nueva actitud cuando el desdén es el mismo, o si no, que lo demuestren con acciones reales y concretas.

Mi propuesta para el acto público de este jueves 25 es muy concreta, acudir con un par de huevos en los bolsillos, si las autoridades de gobierno simulan y no prometen expropiar el predio completo, es motivo suficiente para suscitar nuestro rechazo y exigir justicia y no disculpas. Los deudos no necesitamos que nos ofrezcan ningún perdón, acciones no palabras, y si no, ahí les van, estimadas autoridades,  unos huevazos bien merecidos.




« El Porvenir »