"Si busco en mis recuerdos los que me han dejado un sabor duradero, 

si hago balance de las horas que han valido la pena,  siempre me 

encuentro con aquellas que no me procuraron ninguna fortuna"

Antoine de Saint-Exupéry

Cerramos hoy la última página del libro del 2025.

Sinceramente espero que su balance personal luego de los últimos 12 meses haya sido positivo y le haya dejado un sabor dulce en la boca y un recuerdo grato.

En lo personal me encuentro satisfecho con lo logrado, con la experiencia vivida y los múltiples aprendizajes que me regaló mi quehacer en el devenir cotidiano. ¿Que pude haber hecho más? ¡Sin duda! Pero lo hecho, hecho está, de manera que hay que tomar nota de los asuntos pendientes y buscar la posibilidad de enfrentarlos el año que está por iniciar.

No caeré en el garlito de expresar aquí hechos, situaciones, nombres y personajes de la vida pública, porque este país ha llegado a un patético nivel de polarización en el que cuando alguien no está de acuerdo con tu postura, considera tus ideas un insulto o agravio y se lo toma personal, criticando, destruyendo o insultando a la persona y sus creencias.

Obvio pienso y siento, también vivo en el mismo México, en el mismo Nuevo León, en el mismo Monterrey y las acciones u omisiones de las autoridades inciden en mi vida y la de mis familiares y amigos; siento en carne propia sus errores y debo salir adelante, como todos, en los términos y condiciones que nos ubican desde la comodidad de su escritorio y su oficina con clima.

Se sienten eternos, todopoderosos y se olvidan que en un breve lapso serán uno más como el resto y el hecho de haber ocupado una posición no los salvará de pagar o de cumplir; el poder es tan efímero.

Puedo, como usted y como cualquiera, redactar una serie de propósitos para el año por venir. Lo he hecho ya en innumerables ocasiones y he cumplido una parte o una buena parte de ellos en alguna ocasión, aunque siempre quedan pendientes y asuntos que no resuelves como querías.

De manera que los propósitos para este 2026 no los haré personales, los escribiré para los políticos y los funcionarios públicos, los redactaré con la mejor de las intenciones, sin que tengan dedicatoria especial o personal, son el simple deseo de un ciudadano común.

Me gustaría que en este 2026 ellos, los del poder, dejasen por una vez de jugar a "las vencidas" y antepusieran el interés de la sociedad por encima de los propios o del grupo.

Sería fantástico, como diría Serrat, que durante los siguientes doce meses nos hablaran con verdad, no con sus discursos plagados de mentiras o engaños, que se aplicaran y dedicaran de tiempo completo a trabajar en beneficio de la comunidad, que entendieran que sus pleitos infantiles y sus guerritas no nos conducen a nada y sí nos quitan tiempo y oportunidades.

Que dejasen de pensar en las elecciones del 2027 y se centraran en lo que hoy están haciendo con el único fin de dar resultados, como la mejor manera de promocionarse para el futuro.

Pero sólo son propósitos, buenas ideas que no llegarán a concretarse porque su naturaleza es otra, sus intereses son diametralmente opuestos a los de la ciudadanía y su mirada está puesta en seguir ahí, sin importar el año que puedan causar a Juan Pueblo.

¡Feliz 2026 para todos!