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Opinión Editorial


Una neurosis de Navidad


Publicación:26-12-2024
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Una neurosis de Navidad se refiere a los malestares y sufrimientos –personales y familiares– que se activan y repiten de manera especial en torno a las fiestas

Una neurosis de Navidad se refiere a los malestares y sufrimientos –personales y familiares– que se activan y repiten de manera especial en torno a las fiestas de Navidad y año nuevo. Veamos algunas de ellas, las más características.

-Desear que todo sea perfecto, sin posibilidad de incluir las sorpresas, variaciones, aquello que los demás quieren.

-Esperar que todos se ajusten a las propias demandas y al no conseguirlo, colocarse como víctima.

-Revivir viejos dramas familiares: reclamos afectivos, económicos, lo que alguien puso, llevó o no para el festejo...

-Incomodar a los más jóvenes con conflictos añejos y preguntas indiscretas.

-Culpar a la familia y/o pareja de las propias desgracias e infelicidades.

-Tener vergüenza de ser feliz y disfrutar, y entonces arruinarle la fiesta a los demás. Los que fracasan cuando triunfan parafraseando a

Freud.

-Esperar a ser feliz de manera extrema.

-Querer hacer todo lo que no se hizo durante el año, el pasado, la vida.

-Mantenerse en la posición envidiosa: si yo no soy feliz, si no tengo lo que quiero, entonces nadie lo tendrá.

-Creerse más que los demás, no agradecer ni compartir.

-Enojarse o ponerse triste por no haber recibido el regalo tan anhelado.

-Ser mala copa.

-Esperar a que los demás adivinen lo que deseamos y queremos.

-Sacrificarse por los demás, esperando algo a cambio. 

-Y un largo etcétera que cada quien puede completar.

Ante todo esto, es importante recordar que la felicidad no es progresiva ni acumulativa, sino efecto de detalles, nuevos encuentros y sorpresas. 

Cada reunión y festejo se arma con lo que cada quien "lleva" y pone en común. Hay quienes llevan su neurosis en modo activo a donde van. Otros, quizás los más advertidos, la inactivan en esos momentos para poder disfrutar del encuentro y los festejos de la Navidad y Año Nuevo, sabiendo que la responsabilidad de su felicidad/infelicidad no es asunto del otro.

El futuro jamás es algo ya escrito, se inventa en cada decisión. 

Ante cada situación y festejo tenemos al menos dos opciones: vivirlas en piloto automático a través de la neurosis o inventar de manera creativa y responsable las formas singulares que mejor se ajusten a lo que uno quiere. ¡Feliz Navidad y Año Nuevo!





« Camilo E. Ramírez »