Opinión Editorial
Padres e hijos
Publicación:18-06-2023
++--
Ojalá que los "nuevos padres" experimente la conexión al estar con sus hijos
No recordé su cumpleaños, ni tampoco el día de su muerte. Tuvo la fortuna de cerrar el ciclo de su vida, el mismo día en que llegó al mundo, un 6 de junio. Mi padre, Roberto Galván Montemayor, respiró por primera vez y en esa misma fecha fue su último aliento.
Ahora, cuando se acerca el día del padre, me sumerjo en cascadas de recuerdos de Don Roberto. Jugando béisbol con él, mis hermanos y mamá. Viajando en su carro LTD café, a San Luis, León y Aguascalientes, siguiendo a Manolo Martínez de plaza en plaza de toros. Esa era su gran pasión: la fiesta brava, al igual que el béisbol. Una herencia que le agradezco.
Esta semana compartí una comida con un amigo, Alejandro Armendáriz, un nuevo padre con un niño de apenas un año y una bebé de días. Se transformaba cuando hablaba de ambos. Su rostro cambiaba y había más brillo en sus ojos. A través de sus palabras y mirada, pude vislumbrar a sus pequeños. La reunión era para hablar de política y poner al día nuestras actividades, pero el tema se olvidaba cuando ambos hablábamos de nuestros hijos, del gozo y la responsabilidad de ser padres.
Al salir de la comida con Alejandro Armendáriz, me recordó a otro nuevo padre, un joven político que, por cierto, estudió una maestría con mi amigo. Con una pequeña niña de meses, no sé si le iluminará el rostro al hablar de su bebé, pero lo más seguro es que sí. Quizás ahora, con su "nuevo trabajo", de gobernador le quede poco tiempo para disfrutar la experiencia más significativa que la vida puede regalar: ser padre.
Me gustaría también escuchar algún día a Samuel García hablar sobre su experiencia como padre, pero sin el título de gobernador. Es decir, simplemente escuchar la cotidianidad de un joven que aprende a ser papá. ¿A qué horas de la madrugada se levanta para darle el biberón? ¿Sabrá cambiarle el pañal? ¿Qué pasa cuando la baña? ¿Sabrá templar el agua? ¿Le leerá un cuento antes de dormir? Tal vez, por su gran responsabilidad al frente del estado y por tratar de hacer "la nueva política", se esté perdiendo la irrepetible experiencia de ser "un nuevo papá".
Solo estuve en mis primeros nueve años de vida, con mi padre, los recuerdos son borros, como fantasmas que pocas veces aparecen. Pero al estar con mis hijos, el viento del pasado sopla, trayendo a Don Roberto y al niño que fui. Me pasó al cargar a mis hijos bebés, al ir manejando en carretera y los pequeños dormidos en el asiento de atrás. Ojalá que los "nuevos padres" experimente la conexión al estar con sus hijos, estas con tu padre. Gracias, papá, por el amor compartido en nuestro breve encuentro.
« José Luis Galván Hernández »