Opinión Editorial
Inequidad en asignación de la Guardia Nacional
Publicación:16-01-2023
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Otro accidente más se registró en el Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México.
Otro accidente más se registró en el Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México, nuevamente con repercusiones mortales para los usuarios. Este es el cuarto que ocurre desde la actual administración de la gobernadora de esa ciudad. Los previos tuvieron lugar en el transcurso del 2020 a la fecha. Es tan grave el problema que ayer domingo que elaboraba estas líneas, un par de vagones de la Línea 7 se separaron abruptamente, por lo que se suspendió el servicio temporalmente.
El tema pareciera meramente local y, en términos generales, a los norestenses no nos interesa mucho opinar sobre lo que ocurre en esa importante ciudad, considerando que tienen muchos expertos en el ámbito del periodismo que se dedican a ello, además, mi ciudad es Monterrey, no la Ciudad de México.
En esta ocasión consideré necesario hacer referencia al caso no tanto por tratarse de un tema de política nacional, ya que como sabemos en esa ciudad se juega el destino de Morena para la elección del presidente(a) de la república en la jornada que tendrá lugar en junio del 2024. La política local de la Ciudad de México compete a la esfera nacional debido a que dos de las principales corcholatas se encuentran en una carrera contra el tiempo, y contra una supuesta encuesta, que definirá quién es el siguiente aspirante legítimo de ese partido para suceder al presidente López Obrador.
Este cuarto accidente es un golpe más para la precampaña de la gobernadora Scheinbaum, es difícil que tenga repercusiones legales ya que la Fiscalía de la Ciudad de México, obviamente es una operadora política de la precandidata. Debería de ser un ente de procuración de justicia independiente, capaz de llevar a la cárcel a cualquiera, sin embrago, obedecer la línea que les dan desde Palacio Nacional y desde las oficinas de la misma gobernadora de la Ciudad de México es la prioridad.
Política y mediáticamente es un duro golpe, considerando que es evidente que los accidentes han ocurrido por falta de mantenimiento, no hay otra explicación, y esto se debe a que las últimas administraciones capitalinas han retirado los fondos para el sostenimiento del mismo, así como a presuntos actos de corrupción típicos dentro de la asignación de contratos y compra de materiales.
También es un golpe fuerte para la imagen de la gobernadora considerando que la atraparon con las manos en la masa, es decir, cuando ocurrió la tragedia del pasado sábado 7 de enero, la gobernadora no se encontraban, no digamos que en su oficina, porque era fin de semana, al menos disponible en algún lugar de la Ciudad de México, ¡tampoco! Tuvo que regresar de su gira que se disponía a realizar en Morelia, Michoacán.
Esto les ocurre a muchos políticos y políticas aspiracionistas, que con el puesto que ocupan dejan de percibirlo como un fin en sí mismo, y lo comienzan a apreciar como un medio para lograr otra posición. Esta situación los desenfoca de sus prioridades y sus responsabilidades, llevándolos en ocasiones a cometer omisiones o acciones violatorias de la ley.
En su momento la respuesta a este tipo de negligencia en torno al Metro la tendrá que tomar la ciudadanía que es la más afectada, y podrán optar por castigar electoralmente o continuar con el mismo grupo político en el poder; pero para los que no vivimos en la Ciudad de México, sí nos afecta este hecho de manera indirecta.
La falta de mantenimiento es obvia, pero las autoridades capitalinas quisieron tapar el sol con un dedo, y aprovecharon una alerta de sabotaje que seguramente existe debido a la detención de los agresores del periodista Ciro Gómez Leyva, que como sabemos, los implicados tienen vínculos con el Cartel Jalisco Nueva Generación, quien está decidido a acabar con el jefe de la policía Capitalina Omar García Harfuch; aun no lo han logrado a pesar de atentar previamente contra su vida, pero decidieron ahora ir contra los periodistas, y seguramente al fracasar en ambos intentos, las autoridades capitalinas esperan represalias terroristas especialmente en el Metro.
Un atentado en el Metro capitalino es oro molido para cualquier terrorista, al tratarse de un lugar donde las multitudes se movilizan diariamente, cualquier bomba o explosión cobraría muchas vidas, además de la estampida humana que generaría más muertes. Una acción terrorista allí además de las pérdidas humanas, sería psicológicamente muy impactante, y eso es lo que busca el terrorista, considerando que gran parte de la población capitalina se moviliza en este medio de transporte de forma diaria.
Las autoridades capitalinas no han hablado con la verdad, no han reconocido que han proporcionado poco mantenimiento debido a la disminución progresiva del presupuesto para ello; y tampoco lo han hecho al advertir a la comunidad de que existe un riesgo de atentado por parte de las organizaciones criminales que operan en modo terrorista.
Las autoridades capitalinas no han hablado con la verdad porque no quieren que su población viva con miedo, con la incertidumbre, con la zozobra ante la amenaza permanente de los grupos criminales y, para ello, sin hacer el menor esfuerzo, la gobernadora capitalina le pidió al presidente mexicano su apoyo militar, que recibió sin miramientos y a manos llenas.
No importa que en las otras entidades federativas la gente esté literalmente muerta de miedo, que tenga temor a salir a las calles, que no pueda salir a pasear, ni a visita a sus familiares que viven en otra ciudad, debido a la inseguridad que reina en las carreteras. Los de provincia que se aguanten, los capitalinos que no se acongojen, allí les van sus 6,060 militares para que los cuiden en el Metro.
En Nuevo León los ganaderos están cerrando sus negocios debido a la presencia del crimen organizado, viajar de Villaldama a Sabinas Hidalgo es cada vez más riesgoso, y es un recorrido diario que tienen que realizar los estudiantes de preparatoria o de los centros de educación especial, porque sólo en Sabinas se cuenta con esas instalaciones educativas.
Con lo grave del problema de la inseguridad en Nuevo León, el Gobierno de México sólo le ha asignado 2,874 efectivos, en iguales condiciones están 29 estados más de la república, por ejemplo Zacatecas que arde en llamas o Michoacán con 4,640 efectivos, Jalisco 4,500, Sinaloa 3,989. Es una burla y altamente ofensivo que se le hayan asignado a la Ciudad de México, de la noche a la mañana, más de seis mil elementos para hacer tareas preventivas básicas, considerando que la policía capitalina es la que mayor población policiaca posee a nivel nacional por habitante.
Desde pequeños nuestros ancestros, muy sabios, nos decían, esto en la época de la hegemonía priista, que los capitalinos siempre se quedaban con la mejor parte del pastel, en el reparto federal se les beneficiaba con muchos subsidios y presupuesto para tener las mejores instituciones del país: universidades, hospitales, sistema del metro, estadio, entre otras obras de infraestructura.
Hoy lo corroboramos, generaciones después, que el favoritismo de la Federación hacia la Ciudad de México sigue vigente, los hechos hablan por sí mismos, los números son fríos, y esta es una tacha más que los regios ponemos al Gobierno de México.
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