Opinión Editorial
Futuro
Publicación:27-11-2024
++--
En Nuevo León los partidos políticos ya andan juntando palos y piedras y comprando ligas de hule y naranjas para tirarse con las cáscaras
"El porvenir es un lugar cómodo para colocar los sueños"
Anatole France
Aunque pareciera que aún falta mucho para las elecciones del 2027 y la elección del sucesor de Samuel García, en Nuevo León los partidos políticos ya andan juntando palos y piedras y comprando ligas de hule y naranjas para tirarse con las cáscaras, porque aunque quisiera utilizar la expresión de "velando armas", lo cierto es que ni tienen, ni les alcanza para tenerlas por ahora.
Los recientes desencantos del electorado con los candidatos populares, populistas y populosos, han creado un enorme vacío y la desconfianza ciudadana en las marcas y los políticos sigue en aumento.
Pero las elecciones siguen siendo un enigma y sin importar las predicciones de analistas y hasta las encuestas, lo cierto es que la política se ha convertido en una veleidosa señora que se decanta por algún candidato en función de los detalles más mínimos.
Con todo y lo anterior, a fin de asegurar el éxito electoral, es fundamental el presentar a la sociedad opciones fuertes, sólidas, con el respaldo de una carrera y con propuestas creíbles, lógicas, que atiendan más al emocional que el racional de los votantes y que se enfoquen en crear una necesidad en acudir a las urnas para apoyar a determinado aspirante.
Y si la declaración del dirigente estatal del PRI, José Luis Garza Ochoa, de que tienen la vista puesta en el 2024 y que tienen fichas (para no decir corcholatas) suficientes y buenas para recuperar el Gobierno del Estado, me parece temprana y arriesgada, la de su homólogo panista Policarpo Flores Peña, quien afirma que no necesariamente irían en coalición y que cuentan con cuadros destacados y atractivos para la ciudadanía, me parece una aberración.
Porque Acción Nacional no es el de antes, aquel de personajes relevantes, conocidos, combativos; aquel de verdaderos líderes sociales que tenían arrastre, personalidad y arraigo. Desde hace tiempo se han convertido en una triste caricatura de lo que fueron, no tienen cuadros, no hay estructura y así difícilmente podrían ganar una elección para la mesa directiva de una primaria.
Puedo entender las "ansias de novillero" del "Poli", pero no compartir su dicho y por ello es que me cuestiono, ¿quién le habrá ordenado hacer esa declaración? ¿Cuál es el mensaje oculto de esas palabras?
En Morena no andan mejor las cosas. Desde su nacimiento en Nuevo León todos están peleados contra todos y la prueba está en la reciente elección del dirigente estatal en el que se dieron, otra vez, hasta con la cubeta, aunque en el fragor de la batalla se alcanzan a percibir dos facciones claras que luchan por el poder y por mangonear el partido y aunque tendrán el hándicap de los éxitos que pueda tener la Presidenta Claudia Sheinbaum, lo cierto es que si en realidad quieren hacer un papel decoroso en las próximas elecciones de Gobernador, Luisa María Alcalde tiene que venir a poner orden y hacerles entender que sólo unidos podrán ganar.
De Movimiento Ciudadano poco se puede decir. Sin estructura ni figuras relevantes, difícilmente podrán constituir una opción viable para conservar la gubernatura, diputaciones y alcaldías.
Aunque hay que decir, que siempre podremos contar con Maderito y El Pato para darle sabor a la contienda.
« Francisco Tijerina Elguezabal »