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Opinión Editorial


El presidente y los corridos tumbados


Publicación:10-07-2023
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Recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó los narcocorridos.

Recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó los narcocorridos, ahora bajo el nombre de corridos tumbados. Este tipo de música es pegajosa y polémica a la vez. Tiene mucha aceptación en amplios sectores sociales, exalta un estilo de vida violento y riesgoso, con grandes lujos, poder y placeres; sin duda, es la música que está de moda y qué bien que el presidente haya abordado el tema en Las Mañaneras.

La polémica se genera al contraponer la libertad de expresión vs la censura gubernamental. El presidente reconoció que no está en el ánimo de utilizar su poder para acotar dicha libertad, que sí es necesario analizar este fenómeno social y establecer un análisis crítico sobre el tema, así como proponer alternativas musicales para la juventud que no hagan apología del delito.

A lo largo de la semana prometió dar a conocer 10 canciones alternativas para que puedan ser escuchadas por los jóvenes y que no tratan sobre la exaltación del mundo de las drogas, el narcotráfico y la violencia. Esta es su lista hasta el momento: "Ya supérame" del Grupo Firme; "No se va" del Grupo Frontera; "Te mereces un amor" de Vivir Quintana; "Frágil" de Yahritza y su Esencia, con Grupo Frontera; "Latinoamérica" de Residente y Lila Downs; "América" de Los Tigres del Norte y Residente; "Tenías que ser tú" de Silvana Estrada; "Oye mujer" de Raymix.

Dicen que "el camino al infierno está lleno de buenas intenciones"; el presidente en su afán de continuar con su propuesta musical alternativa reprodujo los audios correspondientes. Esto llevó a que YouTube tomará medidas drásticas de acuerdo con su normativa, dejó de reproducir el canal debido a que el presidente infringió derechos de autor al proyectar la canción del Grupo Frontera y Bad Bunny, conocida como "UnX100to".

El tema de los corridos posee raíces profundas en la historia de la música popular mexicana, la Revolución de principios del siglo XX nos aportó canciones que hemos disfrutado desde entonces, como: "La tumba abandonada" de Antonio Aguilar; "El corrido de Pancho Villa" de Amparo Ochoa; "Carabina 30-30" de Luis Aguilar, con aquella letra inolvidable: Con mi 30-30 me voy a marchar a engrosar las filas de la rebelión. Por supuesto el corrido del caballo que Villa más estimaba: "El siete leguas" de Antonio Aguilar, entre muchos otros. No puedo cerrar este párrafo sin hacer referencia a un corrido que también disfruto mucho, aunque no es de la Revolución: "El caballo blanco" de José Alfredo Jiménez, con aquella inolvidable letra: Su noble jinete le quitó la rienda, le quitó la silla y se fue a puro pelo.

Los narcocorridos surgieron cerca de la mitad del siglo XX, la cultura de la frontera norte donde se vivía el contrabando y existían mafias que traficaban de aquí para allá y de allá para acá. Eran organizaciones criminales peligrosas, más acotadas en poder e influencia que las actuales, sin embargo, eran manejadas desde una instancia del gobierno obscura y peligrosa: La Dirección Federal de Seguridad. No había psicópatas en México más peligrosos que los que allí laboraban en ese entonces.

Nuevo León por ser un estado fronterizo, desarrolló los corridos norteños rápidamente, con el dueto de Los Alegres de Terán, que tuvieron gran influencia en la música regional. En la década de los años 60, se generó un movimiento musical de grupos norteños muy importante, del que desde mi experiencia personal no estuve exento, considerando que mi papá y mi hermano participaron del mismo.

Lo anterior me llevó a conocer de primera mano a los actores de este movimiento musical. A través de mi hermano mayor Roosevelt, que formaba parte activa del movimiento, conocí a "Los hermanos Prado", también al conjunto "Los Caminantes de Monterrey, así como a Basilio Rodríguez, un productor musical de la época que poseía una firma de discos conocida como DLD, despachaba desde una oficina ubicada en otro negocio también de su propiedad, que tenía como nombre: "Cantina 123".

El epicentro de este movimiento era el Arco de la Independencia, ubicado en Madero y Pino Suárez, cerca de la Central de Autobuses de Monterrey. En ese espacio geográfico trabajaban grupos itinerantes de músicos que ofrecían sus servicios al público, así como a diversos negocios del área. Los corridos tenían mucha aceptación en ámbitos un tanto sórdidos de aquel tiempo, sus letras dan fe de ello; rezaba una de ellas: la tragedia he de cantarles... de la Sultana del Norte el viento trae un corrido.

En aquel tiempo era yo un bachiller ilustrado, en mis ratos libres y como una forma de financiar mis estudios magisteriales, me invitaron a que diseñara un medio de difusión de las últimas novedades musicales. Fue así como me dediqué a elaborar una revista musical denominada: "Cancionero Norteño", que contenía las letras de las canciones más recientes, así como entrevistas a grupos del momento. Fue tanto el éxito de la publicación mensual, que viajaba seguido a Tamaulipas y Coahuila para promocionar su venta y mejorar la distribución de esta.

Cuando menos lo esperé formaba parte del incipiente movimiento grupero; considerando los buenos resultados obtenidos, los organizadores me pidieron que abriera una oficina de representación del talento musical emergente. La tentación fue muy grande, tenía que decidir si continuar con mis estudios en el magisterio o aventurarme como representante artístico de grupos regionales norteños.

En esa época se generó un boom de la música norteña, grandes corridos se dieron a conocer, recuerdo con nostalgia algunos de ellos: "Modesto Ayala" de Carlos y José; "La banda del carro rojo" de los Tigres del Norte; "Laurita Garza" de Los Invasores de Nuevo León, aún tarareo  la letra que es impresionante: cariño del alma mía, tú no te puedes casar... Solo vine a despedirme, Emilio le contestó... de la bolsa de su abrigo sacó una escuadra cortita, con ella le dio seis tiros, luego se mató Laurita; "La muerta" de Los Leones del Norte, con la escalofriante letra: esa joven que usted busca hace un año murió, esto le pasó a un trokero que le dio raid a una muerta; "Los dos Amigos" y "Las tres tumbas" de los Cadetes de Linares;  por supuesto el "Corrido de Chito Cano", "Kilómetro 1160", "El federal de caminos", "Daniel del Fierro", "Gerardo González", "Cornelio Garza", "El Texano y el Machete" de Ramón Ayala, entre muchos otros.

Un intérprete destacado de narcocorridos fue, sin duda, Beto Quintanilla, un cantante tamaulipeco que le tocó una época donde la mafia penetraba fuertemente en la cultura y la sociedad de aquella entidad, pero la violencia estaba más acotada, no había facciones internas en pugna como hoy en día. La letra es directa, como en la canción: "Escuadrón Suicida": Somos 20 de la escolta, refiriéndose al incipiente grupo de Los Zetas. También viene a mi memoria el corrido de "Raquenel Villanueva": Terror de los tribunales.

En lo personal prefiero los boleros que los corridos, Los Rancheritos del Topo Chico son, sin duda, el grupo norteño más destacado en cuanto al bolero norteño se refiere. En esta misma lógica, volviendo con la discusión del presidente sobre los corridos tumbados. Creo que su propuesta de música alternativa no logrará disuadir a los jóvenes de escuchar a Natanael Cano, Peso Pluma, Gabito Ballesteros, Luis Conriquez o Justine Morales.

Es buena musicalmente la propuesta presidencial, pero los corridos tumbados representan una innovación muy interesante, que atrae a las personas que gustan de norteño, banda y serrano, pero también a jóvenes que escuchan hip-hop, trap, rap y reggaetón; se trata de melodías con un ritmo muy pegajoso gracias al uso del tololoche, sus letras son sencillas, no son expresadas atropelladamente como en el rap tradicional, y su éxito en las listas mundiales de las plataformas digitales, corrobora la riqueza híbrida de este subgénero musical.

Revisé la letra de estos neocorridos, efectivamente hacen referencia explícita a temas de violencia y narcotráfico, por ejemplo:  "El Drip" de Natanael Cano con una icónica frase: pura mota que es medicinal, o del mismo cantante, la canción "Soy el Diablo" y su descripción clara: traigo una Baretta... no se metan conmigo; también "AMG" de Natanael Cano, Peso Pluma y Gabito Ballesteros, con una letra que describe el autoconcepto juvenil y sus aspiraciones: destapando la champagne, con unos tenis Nike, soy malo y es lo que hay. No podía faltar el casi clásico "PRC" de Peso Pluma y Natanael Cano con: es veneno y da p´arriba, es de muy buena calidad.

En las vencidas entre el presidente y los corridos tumbados, probablemente no le alcance el músculo para contener a un movimiento musical que penetra profundamente el tejido social  y que contribuye a normalizar la violencia criminal, el uso y abuso así como  el tráfico ilícito de drogas, el discurso machista y la misoginia, la exaltación del poder y riqueza de los líderes delincuenciales, el supuesto honor de morir por uno de estos señores de la guerra y la patente impunidad que les permite vanagloriarse de su condición de neocaciques, dueños del territorio sobre el que señorean. Como bien se describe en la letra de la canción "El gordo trae el mando" del Chino Pacas: "al que me rete en Acapulco, lo sepulto". Una letra muy realista, por cierto.



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