Opinión Editorial
El Cuarteto De Nos
Publicación:15-11-2023
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El grupo, como verdaderos poetas, no se niega a ser tomado por cualquier cosa, le da lugar al malentendido e interpretación infinitas
Para mi hija Andrea Sofía, con ese amor mágico que trasciende tiempo y distancia
El domingo pasado, 12 de noviembre, la banda uruguaya El Cuarteto De Nos dio su último concierto en México, como parte de su gira 2023 titulada Lámina once. La presentación tuvo lugar en un abarrotado auditorio nacional. La banda tocó durante más de dos horas ante un público que vibraba cantando cada una de sus canciones. Sin embargo, hay que destacar que lo que ahí tuvo lugar esa noche dista mucho de ser solamente un concierto, hubo un plus, un extra, un exceso, algo que por su naturaleza tiene la potencia de ser un verdadero encuentro: un acontecimiento único que divide el tiempo y diferencia a las personas en un antes y un después; un suceso que cuando se experimenta no se puede permanecer igual, indiferente. Pero ¿por qué es tan fascinante esta banda? ¿Qué tienen sus integrantes, sus letras, su música?
Hay que decir que El Cuarteto De Nos es una banda de proximidad, de impacto, no se reduce a crear música en serie, de consumo, algo para pasar el rato y llenar el ambiente, sino que sostiene, de manera creativa, potente y divertida, una propuesta musical singular, con letras únicas fuera de lugares comunes que provocan un análisis de la realidad, cuando no la desgarran y recrean con su ironía, extendiendo las posibilidades y horizontes de vida, mostrando que, efectivamente por más terrible que parezca "algo renacerá en un mejor lugar" (Escuchar La ciudad sin alma) rehabilitando el entusiasmo. No se trata de un entusiasmo ingenuo, bobo y simplón, ni tampoco de uno basado en la ilusión del consumo y la violencia hacia el otro como estilo de vida, sino de un entusiasmo de artista, de aquellos que no se conforman y consuelan con lo ya existente, sino que subvierten el orden, mostrando las posibilidades polifónicas de la existencia a partir de un humor ácido, a veces implacable, brutal, pero al mismo tiempo, que se basa en una alegría entusiasta de la construcción, un entusiasmo que parte de un deseo decidido sólo por que sí; que logra –parafraseando a Jacques Lacan—elevar a la palabra a la dignidad de la cosa, que logra crear con las palabras.
Con El Cuarteto De Nos sucede como con las mejores bandas, literatura y poesía, no es para pasar el rato, el verano, simple música ambiental, sino que provoca –como decíamos, además de una transformación en un antes y un después, un corto circuito en la existencia– la sensación de que esa música de alguna forma "lee" una parte de nuestra vida, dando cuenta de nuestras sensaciones y pensamientos más íntimos, que nos interroga, interpreta y amplifica. En ese sentido, parte del éxito de El Cuarteto se debe al hecho de poder inscribirse en el corazón mismo del sentido: dar un referente musical que permite la expresión singular de cada uno de sus fans. Es decir, es una música incompleta –en el mejor de los sentidos—que permite que cada persona ponga algo de sí misma, recree su canción, la haga suya y con ello, encuentre no sólo un soporte para su existencia, una forma de lidiar con el vacío, sino un medio para recrearse, una posibilidad de reiniciar. El arte del Cuarteto De Nos reconoce lo singular en cada uno, lo raro y lo diferente. Al darle un lugar a eso diferente le habla al deseo singular que habita en cada persona. Como lo mostró Sigmund Freud, el deseo es aquello que resiste a cualquier sueño totalitario. En ese sentido, todo artista logra que cada persona construya una obra singular, propia a partir de la plataforma que puso en circulación, la obra de arte, en este caso específico, una canción. Los temas de sus canciones no buscan llevarnos de la impotencia a la potencia, al cuerpo para la acumulación de poder para dominar a alguien o algo, sino posibilitan el juego del pasaje de la impotencia a lo imposible, realizar un sueño. Al autorizar la creación singular subvierten algo (la norma, la alienación, lo estático, el deber ser) creando lo posible para cada uno. Es decir, es una música de proximidad e incompleta que se completa con la parte que cada uno pone de sí. Ya que "la singularidad se ejerce en la diferencia" (Jorge Forbes)
El grupo, como verdaderos poetas, no se niega a ser tomado por cualquier cosa, le da lugar al malentendido e interpretación infinitas, a que cada fan haga su propia versión, tanto del grupo en su totalidad como de cada canción. Se presta al juego amoroso de ser algo que no lo es, dar lo que no se tiene. Su posición es similar a la del analista y del poeta, que dice una cosa, pero no busca ser interpretado de una única manera, la manera correcta, sino que permite el juego de significados múltiples y diversos; son todo y nada, son la fuerza de lo evanescente, la materialidad de lo imposible, un boceto en permanente edición que logra decir lo imposible, lo que se escapa y siempre retorna, que posee la fuerza del material más resistente, justamente por la fragilidad y flexibilidad creativa de su posición, al tiempo que posibilitan el que cada uno nos apropiemos y digamos, nuestro cuarteto, El Cuarteto De Nos.
« Camilo E. Ramírez »