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Opinión Editorial


Como repetición o evento único


Publicación:24-03-2021
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Mientras una reitera, otra crea y amplifica

La vida puede verse desde esas dos grandes perspectivas: sea como repetición de lo ya establecido en algún punto en el pasado, algo conocido que retorna una y otra vez, o como un evento único, una experiencia de discontinuidad, capaz de romper con la inercia de la secuencia que se conocía e imaginaba. Creando las condiciones para la invención de lo nuevo. Mientras una reitera, otra crea y amplifica. 

La repetición está vinculada con la seguridad y la reiteración, así como con el sufrimiento (“Vivo atado/a al pasado, del cual no puedo salir”) Los neuróticos sufren de reminiscencias -dirá Freud, para referirse a ese trauma que se perpetuaba y extendía en la vida de algunas personas, haciéndolas sufrir una y otra vez eventos que habían sucedido en el pasado, pero por alguna razón se mantenían vigentes. Es una forma de enfrentar la angustia que se genera en el presente y futuro: creer que estos serán lo mismo al pasado. (“¿para qué hago esto y esto otro, si nada va a cambiar y yo seguiré en lo mismo?”) Una especie de destino maldito del cual no se puede huir, ni mucho menos transformar. “Ni modo, no nos quedó de otra”. Un circuito, un loop interminable por el cual cada uno transita una y otra vez; algo que así es y padecemos desde afuera. 

Por otro lado, la experiencia del evento único no solo es una posición subjetiva, algo que cada uno se imagina y crea para su realidad personal (“¡Así lo veo yo y me vale lo demás!”) sino una forma ética de colocarse ante “eso” que siempre está en la realidad y la vida que tenemos enfrente: el instante aún sin forma, el presente a partir del cual decidir e implicarnos de una forma diferente. Algo sin garantías, con el riesgo y fascinación de la invención. Hacer algo diverso con aquello que hemos vivido, con aquello que nos sucedió, romper la continuidad de ese sueño (¿o pesadilla?) de eso insoportable sin fin, que cuando cada uno se implica responsablemente, puede transformar, primero poniendo un punto final, para poder pasar a otra cosa. 

Emprender un psicoanálisis puede permitir que la persona se dé cuenta de aquello que insiste e insiste una y otra vez, repitiendo aquí, allá y acullá, diferentes escenarios y personajes, pero misma historia, misma trama. Localizar dicha repetición como automatismo sufriente y al mismo tiempo asegurador, permite salir avanti de tales redes y circuitos, para comenzar a vivir la vida con la frescura que el instante siempre posee: la posibilidad de cambiar el rumbo, la posibilidad de un nuevo comienzo.   

Anteriormente las familias, escuelas y demás grupos sociales funcionaban casi exclusivamente siguiendo un patrón inspirado en la lógica industrial: estandarización, sistematización y ejecución en serie. Que a su vez se deriva de una historia religiosa, moralista y disciplinaria de la Edad Media, que se continúa en la modernidad, bajo otros principios, pero con la misma estructura. Y que durante la segunda mitad del siglo XXI pierde su potencia de organización de la sociedad, sucumbiendo ante otras lógicas horizontales, diversas y globalizadas. La Tierra Dos que ha teorizado el psicoanalista brasileño Jorge Forbes, una forma singular de hablar de las transformaciones que ha tenido la vida en la postmodernidad.

¿Como repetición o como evento único? That´s the question. El aburrimiento está vinculado a la repetición, pero al mismo tiempo, como lo dijimos, a la visión seguradora y conservadora que se cree nos dará las garantías necesarias para poder vivir tranquilos. Quien decida andar por esa senda, tarde o temprano se dará cuenta que el camino no siempre es el mismo, cambia conforme vamos andando. El “más vale malo conocido que bueno por conocer”. Sin embargo, de operar así, perderíamos toda la potencialidad del evento único, como puesta en jaque a la repetición, para salir de ese circuito infernal y laberíntico que siempre implica la reiteración, para entonces abrir el horizonte, alzar la mirada a un contexto cambiante, flexible y diverso. Hecho para la creación, la innovación y el deseo decidido. Definitivamente algo para personas valientes, decididas y creativas. Donde estas tres características no implican necesariamente que la persona no tenga dudas o miedos, sino precisamente son tres formas más creativas de responder, de tratar, ese miedo experimentado. 



« Camilo E. Ramírez »