Opinión Editorial
Chicken nugget from Washington
Publicación:23-08-2023
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Mucha gente se indigna por lo que dijeron de la comida, de México y del idioma español, como si existiera una esencia mexicana
Y yo así lo concino, porque así me gusta a mí
Doña Angela, De mi rancho a tu cocina
Recientemente se hicieron virales algunas declaraciones de los integrantes de un grupo de música regional mexicana —quienes también son hermanos, Yahritza, Armando y Jairo Martínez— llamado "Yahritza y su esencia". Todos ellos de nacionalidad norteamericana, pero hijos de padres mexicanos, que, como muchas generaciones ya nacidas en EUA experimentan sentirse "ni de aquí ni de allá", poco hablan el idioma de sus padres, el español y están, con justa razón, más identificados con la cultura y gastronomía de su país de origen.
Quizás sus declaraciones sobre algunos detalles de México, como el lugar, la comida y el idioma, no habrían causado tanta indignación si su música fuera rap anglosajón, clásica u ópera, pero curiosamente, Guess what? cantan en español, canciones norteñas, corridos tumbados, muy escuchados por latinos y sobre todo por una gran población mexicana. En ese sentido, quizás les falló el cálculo a estos jóvenes músicos, si no se trata de una estrategia de mercado, al criticar el país, la comida y el idioma de, ¡Oh my dear God! precisamente de las personas que ellos esperan consuman y compren su música. En ese sentido, fallaron al lema impreso en los dólares "In God we trust"
Por otro lado, como lo ha dicho el filósofo francés Luc Ferry, Oh la la Paris! no hay nada más detestable en la democracia que la indignación por el comportamiento de los demás. Claro, de los demás, nunca del propio, sino del semejante; nos convertimos en jueces morales del otro, How dare you! En ese sentido, Yahritza y su esencia, mostraron su esencia, ¿o el cobre? Es decir, ese elemento que en los humanos es vacío, y que puede ser llenado por cualquier referente de manera parcial y transitoria. No somos más que las circunstancias que nos rodean y con las cuales, hasta nuevo aviso, nos identificamos. Y que para muchos fue algo inaudito, insoportable, ¿por qué el gusto singular de alguien es insoportable para una gran mayoría?
Mucha gente se indigna por lo que dijeron de la comida, de México y del idioma español, como si existiera una esencia mexicana o latina, europea, asiática... cuando no existe, sólo son trazos, elementos con los cuales intentemos tener un poco de consistencia para circular en el mundo. Pero que, una vez más, pueden cambiar a lo largo de la vida.
Que si algunos aspectos de México no les gusta. ¡Claro, puede suceder! También a los propios ciudadanos de un país puede no gustarnos todo. Eso es lo que sucede cuando uno viaja a otros países y algunas personas creen que todos somos expertos en la historia de nuestra nación. Lejos está el tiempo donde se pueda escuchar un gusto singular, sin rasgarnos las vestiduras sobre el impacto en tal o cual práctica universal-moral, símbolo, identidad nacionalista, etc. etc. Ante esto, qué podemos hacer.
El psicoanálisis es precisamente el mejor antídoto contra esa indignación por el deber ser del otro. Al no partir de una moral de vida, ni modelo ideal disciplinar del deber ser, sino de una responsabilidad ante lo que se hace y dice, el psicoanálisis es una experiencia a través de la cual alguien puede lograr legitimar lo que es. Es decir, dar lugar a la singularidad que cada uno porta consigo, misma que siempre será extraña y rara para el colectivo, pero que puede ser articulada, compartida e incluida en el mundo, creando lazo, algo viral, arte, ciencia, etc. y que siempre es contradictoria, fugaz...
El error, si podemos hablar en esos términos, fue que Yahritza y su esencia salieron a disculparse de lo que dijeron, al hacer eso le dieron consistencia (razón) a la indignación moralista de los demás. En lugar de eso, se pudo haber dicho, "si, no me gusta esto y esto otro, pero eso no implica que..." Ahora los muestran como buenos, victimas inocentes, que fueron mal interpretados, pero que son buenos hijos y demás bla bla bla...Por qué será que la estrategia para sustentar un detalle singular siempre termina siendo pedir disculpas a la colectividad por lo que uno es, dice y hace, en lugar de sustentar esa cosa rara y única que cada uno es. La respuesta la pudieron haber encontrado en otro meme-video de hace ya algún tiempo: ¿y qué tiene? ¿y qué tiene? ¿y qué tiene? ¿y qué tiene?...
« Camilo E. Ramírez »