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Crisis por COVID-19, oportunidad para cambiar consumos

Crisis por COVID-19, oportunidad para cambiar consumos
Dolores Barrientos Alemán

Publicación:23-09-2020

TEMA: #UANL  

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El confinamiento representa la oportunidad para replantear las actividades que han llevado a la sociedad al consumo irresponsable de los recursos naturales.

Para la representante del PNUMA en México, Dolores Barrientos Alemán, los últimos seis meses han demostrado que se puede incorporar un estilo de vida más amigable con el medio ambiente. 

Hasta principios del año 2020, medir y conocer el impacto en el consumo excesivo de productos y servicios no era un tema tan evidente entre la sociedad. La llegada del confinamiento a causa del COVID-19 llevó al replanteamiento de muchas actividades que hasta hace unos meses eran “normales”.

Para Dolores Barrientos Alemán, representante en México del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la pandemia representa la mejor oportunidad para plantear un nuevo estilo de vida que sea más sostenible y que permita a la sociedad recuperar el bienestar.

“Estos meses de confinamiento como consumidor te das cuentas de que vives en un sistema que te hace consumir. El modo de vida que estábamos siguiendo era uno que te invitaba a ser comprador compulsivo, que no necesariamente es un comprador inteligente que compre, que analice, que realmente no compre de más”.

Dolores Barrientos Alemán-  Representante del PNUMA en México

Aislamiento transforma nuestro día a día

Con el confinamiento, conceptos como planeación y optimización se han vuelto moneda corriente. Por ejemplo, actualmente ir al supermercado significa establecer todos los escenarios posibles para evitar tantas salidas y prevenir el contagio por COVID-19.

Además, la pandemia ha mostrado las bondades de actividades como el home office, pues muchas empresas descubrieron que no necesitaban a su personal en una oficina para tener la misma -o mejor- productividad laboral.

“Nuestra alimentación también ha cambiado. Comprendimos que la obesidad, la diabetes, la presión arterial alta eran condiciones que nos volvían más vulnerables ante este virus. Muchas personas hemos reflexionado y cambiado nuestra alimentación. Vamos a hacer una alimentación más prudente, con menos productos industrializados, menos carne”.

Dolores Barrientos Alemán

La transformación de estas actividades ha tenido un impacto positivo, pues las personas ahora, por ejemplo, se trasladan menos en vehículo y planean mejor la compra de productos para el consumo cotidiano.

Barrientos Alemán aseguró que estos cambios son clave para adoptarlos a nuestro favor y así llevar un estilo de vida que sea más amigable con el medio ambiente.

“Creo que estamos replanteándonos como individuos, como comunidades, como países, la manera en que podemos cambiar para poder seguir teniendo un bienestar”, señaló Barrientos Alemán, maestra en administración pública por la Universidad de Harvard.

Tres planetas para llevar

Según la Organización de las Naciones Unidas, hacen falta 1.6 planetas Tierra para cubrir la demanda de consumo anual del ser humano. Para el 2050 el ser humano necesitará tres planetas para abastecer el ritmo actual de consumo.

Si no se controla el ritmo de vida actual, dentro de un siglo habremos acabado con el 67 por ciento de la fauna en peligro de extinción y un 99.9 por ciento estará gravemente amenazada, según pronostica la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Aunque en México el paro de actividades económicas por el COVID-19 tendrá un impacto del 8 por ciento en el PIB al cierre del año, Dolores Barrientos aseguró que, de seguir con la misma tendencia de consumo irresponsable y daño al ambiente, la crisis climática a finales del siglo costará 600 trillones de dólares, es decir, 7 veces el PIB mundial actual.

10 datos sobre el impacto del consumismo a nivel mundial

Hoy en día se extrae y emplea alrededor de un 50% más de recursos naturales que hace 30 años.

El 50% del territorio habitable en todo el planeta está relacionado con actividades agrícolas. De ese 50%, el 77% está vinculado a la ganadería.

Los productos de origen animal contribuyen a alrededor del 60% de las emisiones de GEI globales relacionadas con los alimentos.

El sistema alimentario es responsable del 80% de la deforestación actual de algunos de los bosques con mayor biodiversidad del planeta.

Se prevé que el consumo mundial de carne aumente en más de un 75% en 2050, una cifra insostenible para el planeta.

A nivel global hasta 12 millones de toneladas de plástico llegan a los océanos, y ya se han observado más de 1 mil 300 especies marinas afectadas.

Los océanos tienen un papel central en la conservación del equilibrio de nuestro planeta y en el combate al cambio climático.

Cada año se fabrican 100 mil millones de prendas de ropa. En promedio, cada persona compra un 60% más de artículos de vestir que hace 15 años y los conserva la mitad de tiempo.

Según el PNUMA la producción mundial de ropa y calzado genera el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

La ONU señala que México encabeza la lista de los mayores generadores de “basura electrónica”. Cada habitante genera 3.2 kg en promedio anualmente. Menos del 17% se logra reciclar.

“La crisis climática lo que nos dice es que nosotros como especie vamos a estar amenazados; así como hemos amenazado con nuestras actividades la permanencia de otras especies, nosotros como especie vamos a estar amenazados y el bienestar que conocemos actualmente, de condiciones de vida, ya no lo vamos a tener”, agregó la representante de la ONU en México.

“Necesitamos invertir en energías limpias”

Dolores Barrientos enfatizó la importancia de incorporar las energías limpias en nuestro día a día para contrarrestar los efectos del cambio climático y prevenir la propagación de más enfermedades como la que actualmente se vive con el COVID-19.

Países como Corea del Sur y Nueva Zelanda han invertido en paquetes verdes de recuperación. El objetivo es desarrollar una economía sustentable que permita crear un efecto positivo en economías de otros países.

“Esta crisis es la mejor oportunidad para replantearnos y hacer inversiones públicas y privadas en energías limpias, en transporte público y que sea cada vez más limpio, en planeación urbana.

“Tenemos que ser más eficientes en el uso de los recursos naturales, en que los consumidores sean más responsables con su salud, y cuando eres más responsable con tu alimentación, entonces eres más responsable con el planeta”, señaló la responsable del programa de trabajo del PNUMA en Guatemala.

Por: Blanca Medina Viezca  



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