Pues si las autoridades ya dieron los primeros pasos para la estatización del transporte público, habrá qué ver cómo le va con el poder legislativo.

Sobre todo cuando los diputados se dejan querer y se ponen los moños a la vez, para eso de la aprobación de una nueva deuda para tal fin.

Tal y como lo adelantamos en este espacio, para fortuna del Poder Ejecutivo, en Congreso no todos le hacen el feo la gobernador Jaime Rodríguez Calderón.

Por lo que la demanda porque se realice un extraordinario y se apruebe la solicitud de deuda para comprar el transporte podría ir por buen camino.

Mientras que del lado contrario, el de los transportistas, desde luego, ya sacaron las uñas, bajo la advertencia de algún recurso legal para defenderse.

Lo cual indica que las cosas no podrían ser tan sencillas en algunos de los casos, si se toma que ya hay rutas camioneras amparadas cobrando de más.

Así que haga sus apuestas porque todo indica que para que esto se redondee habrá de pasar más tiempo, sino p’al baile vamos.

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 Quién sabe cómo vayan a terminar, pero las denuncias de oportunismo político al interior del partido Morena son muy recurrentes.

Y, vaya que el tema tan llevado y traído a nivel nacional y local, es tan constante, que para algunos suena hasta catastrófico.

Pero mientras sean peras o manzanas, en los reacomodos de dicha organización ya se registran pataleos por debajo de la mesa.

Bueno, eso es un decir, toda vez que los gritos de fault desesperados para evitar el avance de los infiltrados parecen no tener eco.

Y a pesar de los señalamientos, parece no exis- tir poder humano que logre quitarlos de en medio, según las quejas.

Pero como el dato todavía da para más, habrá que tomar asiento lugar y tabla, porque lo bueno apenas está por venir.

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Más tardan las autoridades municipales retirar a los vendedores informales, que estos busquen retornar a sus lugares de venta.

Y vaya que en ocasiones apenitas se retiran las autoridades y los puesteros improvisan mesas y ofertan sus productos.

Por lo que el combate al comercio informal y la toma de las calles y banquetas podría convertirse en el juego de nunca acabar, tal y como ha sucedido desde hace décadas.

Sobre todo como una constante por doblar a la autoridad cuando ésta, en el pasado, les dejó hacer y deshacer a sus anchas.

Prueba de ello es que muchas arterias se ce-rraron al paso de los vehículos y hasta de los peatones mismos.

Claro, muy a pesar de ello, no faltan los sospechosistas que hacen toda clase de hipótesis sobre la causa verdadera.

Y, que a decir de los que dicen que dicen que saben, que todo podría ser parte de una venganza política con relación a los pasados comicios extraordinarios de diciembre.

Bajo el argumento de que muchos de los puesteros le vendieron su alma al Diablo, apoyando a un candidato que no era del PRI.

Pero como no nos gusta el chisme hasta ahí le cortamos, pero vale señalar, que en casos como estos, si el río suena…

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 Lo que son las cosas, por el rumbo del Congreso del Estado es de señalar que hay dos cosas de las que ya no se habló y los diputados no hicieron ni mutis.

Se trata nada más y nada menos que de la ve-rificación vehicular que sacaron cuando se les andaba cuestionando el destino de sus bonos de gestoría.

Lo cual, a decir verdad, fueron dos cuestiones bastante incómodas para más de dos, ya que dicen, no todos tienen cómo justificar ni una cosa, ni otra.

Casualidad o no, una cosa es más que cierta, que nadie sabe, que nadie supo, pues de cuestiones “desagradables’’ mejor ni hablar. Ah, raza.