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Opinión Editorial


Ya la vi


Publicación:01-03-2023
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No es lo que deseamos, lo digo de corazón, pero el futuro no lo tiene asegurado nadie, ni Elon Musk con todo y sus millones

“La victoria tiene un centenar de padres, pero la derrota es huérfana”

John Fitzgerald Kennedy

Como decía el ranchero cuando empezaba la función de cine y lo primero que aparecía en la pantalla era el león de la Metro Goldwyn Mayer: “Esta película ya la vi”.

Habrá que guardar en algún cajón todas las declaraciones festivas, los pitos, gorras, confeti y serpentinas que se echaron muchos por el anuncio de que la planta de Tesla se instalará en Nuevo León.

Porque, cuestión de recordar, iguales fueron todas las que en su momento escuchamos cuando llegó Kía a Pesquería.

Pero después vinieron los asegunes y los problemas y ahí muchos, por no decir que todos, se hicieron ojo de hormiga y ya no salieron a reclamar la paternidad del chamaco dejando solo al Gobernador.

Es cierto, quien se lleva el mayor crédito es Samuel García, pero también es quien corre el riesgo de cargar con las culpas si es que estas se llegan a dar; lo que hoy son porras y algarabía se puede tornar en algo diametralmente opuesto en determinado momento y bajo ciertas circunstancias.

No es lo que deseamos, lo digo de corazón, pero el futuro no lo tiene asegurado nadie, ni Elon Musk con todo y sus millones.

La gigafábrica traerá sin duda empleos y derrama económica, pero junto con ella vendrán más personas que requerirán de un lugar dónde vivir y un montón de servicios y con ellos muchísimos problemas que deberán resolver las autoridades de los tres niveles de gobierno.

Hoy es tiempo de meter el acelerador a fondo y empezar a proyectar todo lo que se ocupará en los próximos años; no hay tiempo que perder, hay que planear con visión de corto, mediano y largo plazo porque el futuro nos alcanza y no da tregua ni se sienta a esperar a nadie.

El proyecto es una catapulta, pero requiere de los resortes necesarios y suficientes para alcanzar el éxito y con ello no me refiero a los de la empresa, sino a los que debe dejar a los habitantes de Nuevo León la nueva factoría.

Eso no es algo que dependa de nosotros, sino de la visión de nuestras autoridades que deben anticiparse a los problemas y necesidades.

Si hoy agarran el tarro de la crema y se embadurnan con ella el cuerpo entero, deben saber y estar conscientes de que en este caso no habrá posibilidad alguna de culpar al pasado ni sus antecesores, que todo cuanto hagan o dejen de hacer será su estricta responsabilidad y el juicio de la historia recaerá sobre ellos.

Por eso sí, sí, está bien, disfruten de sus 15 minutos de gloria y fama, pero mejor aprovechen el tiempo y pónganse a chambear en todo lo que se va a ocupar que es mucho y todavía no han resuelto los graves problemas que venimos arrastrando desde hace tiempo, así que la carga es doble.



« Francisco Tijerina Elguezabal »