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Opinión Editorial


Sacar la lengua


Publicación:14-08-2023
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Hace unos días tuvo lugar una celebración internacional suis generis.

Hace unos días tuvo lugar una celebración internacional suis generis: El Día Mundial de Sacar la Lengua. Cuando me enteré de la singular temática no podía creerlo. Se trata de un gesto que se utilizaba en mi época infantil, allá cuando vivía en San Agustín de los Arroyos y acudía a la escuela primaria, recuerdo que poseía un signficado de burla.

Bajo la influencia de tan inesperado asombro decidí entrevistarme con la figlia Carolina, con la esperanza de que pudiera ella, siendo tan joven y destacada estudiante de la Facultad de Música de la Universidd Autónoma de Nuevo León, orientarme en cuanto a esta expresión de comunicación no verbal tan signficativa.

Me percaté que la lengua como órgano del cuerpo humano, posee diversos aspectos anatómicos y funcionales de gran relevancia. De entrada es un órgano muscular de gran importancia para la deglución de los alimentos; también juega un papel destacado en la articulación del habla, es la base material del lenguaje; nos permite darnos el lujo de saborear nuestros alimentos, contiene las papilas gustativas que detectan cuando un alimento es dulce, salado, ácido, amargo y umami. Coadyuba en la higiene y salud bucal y, lo más interesante, permite la expresión y comunicación no verbal.

Sacar la lengua es un gesto que posee múltiples significados, que transmite mensajes de acuerdo con un contexto cultural específico. Para realizarlos utilizamos diferentes partes de nuestro cuerpo: manos, brazos, cara, cabeza, además, éstos pueden ser conscientes o inconscientes, intencionados o espontáneos, nos permiten saludar, afirmar, negar, mostrar respeto o desprecio, además de varias expresiones emocionales.

El estudio de los gestos humanos posee diferentes perspectivas teóricas que dan cuenta de su relevancia, como la teoría de la Comunicación No Verbal, la Psicología del Cuerpo, la Expresión Emocional, también la Neurociencia de los Gestos, además, destaca el estudio de la Semiótica y la Pragmática, como disciplinas que dan cuenta de la relación entre los signos y su significado, con especial énfasis en el uso pragmático de la comunicación en situaciones concretas, culturalmente situadas.

La figlia Carolina también me explicó que no sólo se utilizaba la lengua como un gesto social, también posee otros usos para generar sonidos que igualmente transmiten un significado cultural específico. Me habló del Zaghareet, un sonido largo y agudo, como un alarido especial, que se emite utilizando para su modulación la lengua con movimientos repetitivos y rápidos. Este acto vocal se apoya en la úvula o campanilla y se asocia en Oriente Medio y África, con una expresión bucal de ulule, utilizada principalmente por mujeres.

Quisiera destacar cómo sacar la lengua, como gesto social ha cambiado en cuanto a su aceptación, especialmente en el ámbito de las redes sociales y su expresión visual fotográfica.

La figlia Carolina me mostró una fotografía de Albert Einstein sacando la lengua, dude de su autenticidad, al parecer el prestigiado científico realizó este gesto como desafío ante los estándares morales y sociales de la época.

Recuerdo en mi época infantil, había mucha disciplina en el aula escolar, así que realmente nadie le sacaba la lengua a nadie más, no teníamos un referente social para ello. Podría decir que ese gesto no existía en esa pequeña escuela rural de San Agustín de Los Arroyos. La escuela era un asunto muy serio y solemne, no había actividades lúdicas hasta la hora del receso, que aprovechábamos para comer un lonche y evitar sentir ruidos en el estómago propios de la señal del hambre.

Como profesor sí conocí este gesto social entre los alumnos, era realizado principalmente en son de burla, el afectado se quejaba y se molestaba por habar sido objeto de esa ofensa. Por lo general, no era tan sancionada, solo alguna amonestación verbal por parte del profesor.

También lo recuerdo como un recurso cómico que utilizaban algunos actores para divertir a la audiencia, esa escena de Viruta y Capulina secuestrados en un vehículo, al observar por la ventana una patrulla de la policía, intentan comunicarse con gestos para llamar la atención de los uniformados, recordemos que iban maniatados, una de estas muecas divertidas fue, obviamente, mostrarles la lengua a los policías como si fuera una travesura burlesca. Al final la patrulla detiene el vehículo y sin proponérselo, rescata a los cómicos secuestrados.

Insistí con la figlia Carolina sobre mi inquietud, al tratar de comprender por qué los jóvenes, hoy en día, en una selfi o fotografía común, en lugar de sonreír, como era antes, ahora sacan la lengua, ya sea de frente, por un lado, de rollito, extendida...

La respuesta que entendí es que es divertido para quien lo realiza, pero también es una manera de representarse a sí mismo, como alguien extrovertido que se expresa libremente y que tiene confianza personal, alta autoestima, seguridad en sus propios actos. Una manera de reafirmar la identidad y proyectarla como imagen social.

"¿Quieres que te muestre quién inició este movimiento estético de sacar la lengua?", me preguntó. Luego me mostró una fotografía de un personaje teatral, pintada la cara de blanco con línea negras que emergían del fondo negro de la órbita ocular, con un mechón de pelo que sobresalía sobre el cráneo a manera de casco militar antiguo y una armadura de hierro al estilo de la época feudal. En lugar de una espada, empuñaba un bajo eléctrico.

"¿Y este payaso?, pregunté ingenuamente. Me aclaró que es un rockero muy famoso, él y su banda, como parte del espectáculo de sus conciertos, introdujeron algunos actos escénicos, por ejemplo, el susodicho se convirtió en un tragafuego, además, se cercenó el frenillo lingual para extender su horripilante lengua, generando con ello un efecto visual más impresionante, al extender este órgano hasta llegar a los 30 centímetros de largo. "¡Imposible!", respondí. La figlia Carolina me aseguró que el rockero patentó oficialmente el gesto de sacar la lengua y, para ello, se cree que se injertó una perteneciente a un enorme animal rumiante.



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