Quién sabe cómo se vayan a poner las cosas, pero a menos que suceda otra cuestión, hay dos temas puntuales que recaerán en el Congreso del Estado. Y, si no p'al baile vamos.

Nos referimos a todo lo que tenga que ver con el presupuesto estatal del 2026, al que le metieron la rasuradora al Estado y aprobándolo por mayoría como ya se veía venir.

Y, aunque se tenía marcadas esperanzas de que las negociaciones llegaran a buen puerto ahora con Mike Flores, en calidad de secretario general de gobierno, no hubo de piña.

Por lo que el gobernador en el mejor de los casos, tendrá que darle la ''bendición'' al documento tal cual lo presentó, sujeto al veto a todo aquello donde se metió mano.

Y, por lo que toca a la reforma electoral que daría preferencias a la ley de género, del mismo modo, la pelota está en la cancha del poder legislativo dominado por el PRIAN.

Así que, ya sabrá más o menos quien podría verse beneficiado y por lo que ya se hacen serios cuestionamientos de todo tipo y calibre, con miras al Palacio de Cristal.

Por cierto, llama la atención de que a toro pasado las fracciones legislativas de Morena y PT buscan justificar su rechazo a la aprobación del presupuesto estatal del 2026.

Y, aunque Samuel García dijo que gobernaría con lo que le dieran, que avalaba lo que se aprobó como lo propuso, sin descartar el veto, las justificaciones se multiplican.

Por si quedaba alguna duda del disparo de la movilidad y sus efectos ecológicos por aquello de las compras navideñas, ya sabrá la razón.

Sobre todo, cuando según especialistas, muchos de los problemas derivados del incremento de contaminación ambiental se deben al tráfico.

Y, si se considera que el incremento vial se genera a lo largo y lo ancho de la metrópoli, podría encontrarle cierta lógica al tema.

Claro, sin olvidar que a la fecha, el estudio mediante el cual se podrían precisar sus causas, es una tarea federal aún pendiente.

Aunque ya tenían días haciendo su agosto en diciembre decenas de comerciantes informales en el centro de Monterrey, se les apareció El Grinch antes de que llegara Santa Clos.

Y, es que como un alto número de vendedores hacían su luchita, sin los permisos municipales respectivos y trastocando la movilidad, les cayó la ''voladora''.

Por lo que ya sabrá más o menos las causas por lo que los ambulantes fueron retirados por elementos municipales, nada más despejando el área con la ''barredora''.

Ah y ya que andamos con cuestiones tristes, quien sabe cuál sea la imagen que se quiera dar a los visitantes, si los alrededores de la Central de Autobuses está para llorar.

Y, no es necesario que ande uno por aquellos lugares como para experimentar los hartos problemas, como para atascarse en los baches que ya consumieron la cinta asfáltica.