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Opinión Editorial


Ni para eso


Publicación:08-03-2023
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No encanija tanto la mentira, sino el hecho de que ni para contar una más creativa y creíble, puedan ser buenos

“Lo mejor es decir siempre la verdad, a no ser que seas un estupendo mentiroso”

Jerome Klapka Jerome

De verdad, no enfadan tanto las mentiras que el alcalde de Sabinas y su Regidor declaran para justificar el haber utilizado personal, vehículos y materiales del Municipio para la construcción de la “Casa Naranja”, centro de operaciones de Movimiento Ciudadano, como la inútil creencia de que alguien puede tragarse sus cuentos.

Que David González Morton, el alcalde, como el regidor Isidro Garza aseguren que los trabajos realizados por personal de la Secretaría de Obras Públicas Municipal fueron hechos fuera de horas de trabajo y por los que se les pagó directamente, es un absoluto insulto a la inteligencia.

Y no porque lo ocurrido no pueda ser posible, sino porque para cuando los denunciaron y la información fue publicada, es porque los tenían bien agarrados de salva sea la parte, con fotos y videos que dan testimonio de fechas y horas en que fueron captados y que no dejan lugar a la duda de que se trataba de horas de trabajo.

Si empleados municipales llegan en vehículos oficiales y descargan de ellos materiales, ¿de dónde pueden ser estos?

Lo que encabrita es la pequeñez mental para echar una mentira. Decir lo que dijeron sin mostrar una sola prueba de descargo, es simplemente sumirse más en el fango del descrédito y clavar un clavo más al ataúd.

Y si aquí para algo común o menor, en Sabinas Hidalgo no lo es, porque quieran o no sigue vigente la frase de “pueblo chico, infierno grande” y ahora sí, a ver si con lo sucedido el partido naranja tiene alguna posibilidad de repetir en la alcaldía.

Pero la travesura del alcalde y su regidor causa un daño mayor en la imagen del Gobernador, Samuel García, a quien le tumban de un solo golpe su llevada y traída frase de los gobiernos “in-co-rrup-ti-bles”, lo cual no le debe hacer ninguna gracia.

Aún más que lo anterior, el chistecito de Sabinas le pega directamente a las aspiraciones del Gobernador de poder contar con diputados de su partido en la próxima legislatura estatal ya, desde mucho antes de que inicien las campañas, van con un hándicap en contra, una mancha que difícilmente podrán quitarse, además de que la administración de González Morton tampoco ha sido un dechado como para confiar de nuevo en el mismo color.

Le toca ahora al Gobernador y a la nueva dirigencia de Movimiento Ciudadano el realizar una labor de control de daños y buscar reparar el enorme boquete que les acaban de abrir. Deberán emprender acciones contundentes para primero, clarificar si hubo o no un desvío de personal y recursos tanto físicos como materiales, además de mostrar con lujo de detalles facturas y recibos de pago de los trabajadores.

Repito, no encanija tanto la mentira, sino el hecho de que ni para contar una más creativa y creíble, puedan ser buenos.



« Francisco Tijerina Elguezabal »