Un vídeo difundido en redes mostró a funcionarios de Santa Catarina, Nuevo León dentro de las instalaciones del Ayuntamiento de ese municipio haciendo apología de la violencia, hablando de "cargamentos", de recuperar "limones", de que lo nuevo son las naranjas, a las que les da una probada el encargado.

En un estado y un país en dónde los grupos de la delincuencia organizada han avanzado e incluso controlan territorios no es nada esperanzador ver qué las presidencias municipales sean tan descaradas en sus acciones.

Con armas de plástico, jóvenes copian la forma de actuar de hombres que se dedican a traficar otros cargamentos. Cómo si se tratara de una pelea por plazas o territorios plasman la idea de algo supuestamente nuevo.

La presencia del narcotráfico en nuestro país no es para nada algo nuevo, desde 1930 se encuentran datos de tráfico de diferentes mercancías que atravesaban nuestro país para llegar a los Estados Unidos.

La narco cultura es algo más reciente y abarca expresiones artísticas como la música, usa a mujeres como mercancías, sus cuerpos son usados para enviar mensajes o si tienen relación con los narcotraficantes se les ve como trofeos, sacude poblaciones al llevarse a jóvenes a la fuerza, obliga incluso al desplazamiento forzado de comunidades enteras, contribuye a la desaparición de personas, además de estar relacionado con otras redes que realizan otra clase de conductas antisociales.

Por eso es desgarrador ver qué funcionarios municipales actúen con descaro grabando al interior del ayuntamiento escenas sacadas de las peores practicas en nuestro país. Sólo se muestran actores hombres en las escenas, esto acordé con el machismo cultural que empuja a varones a mostrar quien tiene más poder, quien es el jefe o quien controla en ciertos territorios.

Este mensaje muestra armas de plástico, pero en la realidad no es así, no es gracioso, miles de personas pierden la vida por la lucha de territorios, nuestros jóvenes truncan sus vidas, niños huérfanos surgen por todo el país.

El video de Santa Catarina es una aberración de la política, da asco ver cuáles son los ideales de los funcionarios naranjas, contribuye y alimenta la narco cultura que educa a los jóvenes, que los alienta a seguir ese camino, que tergiversa la realidad haciendo pasar por éxito en la vida algo que significa un fracaso nacional. La falta de educación y seguridad no es una victoria para ningún joven del país, ser un pequeño narco naranja tampoco es un logro.