Opinión Editorial
Ganas
Publicación:04-01-2023
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Cuando dejen de intentar jugar a ser funcionarios públicos y se dediquen a serlo de verdad, podremos avanzar
“La moda es la manada; lo interesante es hacer lo que a uno le de la gana”
Luis Buñuel
Ya sé que esta generación es así, que creen que todo lo tienen merecido y que el mundo debe rodar a sus personales gustos y designios, que no existen los consensos y que todo se debe mover en función de mi, por mi y para mi.
Pero me niego a creer que el planeta pueda avanzar y detenerse bajo esos ridículos parámetros; me niego a aceptar que por muchos resquicios legales, trampas, triquiñuelas y chapuzas legaloides los chamaquitos puedan salirse con la suya y terminar tan campantes luego de intentar violentar el orden natural y lógico de las cosas.
La ley y su aplicación no pueden, no deben, estar bajo el antojo de cualquier mozalbete, por mucho que la mayoría de los que acudieron a las urnas en las elecciones le hayan dado su voto, porque lo eligieron para gobernar, no para hacer su voluntad.
En la teoría esos jóvenes de hoy están ahí para servir y ayudar a su comunidad, pero en la realidad están para servirse y como esa es la premisa, lo harán cuando a ellos les resulte conveniente.
¿Cómo justificar que la capital de Nuevo León no tenga Secretario del Ayuntamiento (tiene a un encargado del despacho), porque al joven hermano, socio, compadre, amigo, brother, cuaderno, cómplice y demás del alcalde Colosio, me refiero a Agustín Basave, no se le antoja tomar posesión del cargo.
Imagina que te contratan en una gran empresa para ocupar un puesto directivo de importancia y tu aceptas, pero les dices que te vas a tardar un par de meses en llegar porque te gusta, conviene o se te antoja seguir en la otra chamba que ya tienes. ¡Claro que te lo van a aceptar y seguramente hablarán con los problemas, procesos y demás para pedirles que tengan paciencia y no se amontonen mucho en tanto se te pega la regalada gana llegar!
Basave no quiere servir a Monterrey ni le interesa apoyar a Colosio, él va a lo suyo y lo suyo es hacer lo que le venga en gana, empezando por demostrar que le tienen sin cuidado las necesidades de la capital de Nuevo León, porque para él primero están sus cosas.
El servicio público implica en muchas ocasiones sacrificio y no sólo por las horas que es necesario dedicar o el renunciar a estar junto a la familia para atender situaciones, sino porque seguramente en el ejercicio privado de su profesión es posible que tanto Colosio como Basave ganaran más dinero, pero si quieren ser funcionarios públicos algo deben sacrificar.
Y si Basave está mal por adoptar esta clase de posturas, el alcalde Colosio está mil veces peor por permitirlas, ya que deja en claro que por encima de la ley y de lo que Monterrey requiere está la sacrosanta voluntad de su compadre y con ello nos podemos dar cuenta de lo que ocurrirá tan pronto el nieto e hijo de don Agustín arribe al cargo.
El día en que dejen de hacer sus caprichos y se dediquen a cumplir con las normas, reglas, métodos, procedimientos, fechas, plazas y tiempos establecidos, las cosas van a cambiar; cuando dejen de intentar jugar a ser funcionarios públicos y se dediquen a serlo de verdad, podremos avanzar.
« Francisco Tijerina Elguezabal »