Invitan a dejar el encierro a través de la lectura

La literatura puede ser un soporte emocional y social durante la era del confinamiento, por ello la psicóloga y promotora cultural Kathia Alvarado recomienda dar una oportunidad a la lectura durante estos días de pandemia.

Aunque la nueva realidad ha trastocado nuestras actividades habituales, el confinamiento puede tener aspectos positivos para los universitarios, por ejemplo, leer un libro.

Los libros son más que un objeto de arte, llegan a dar acompañamiento, brindar una oportunidad de buscar la propia identidad, voz, tal vez hasta encontrar la tribu, aspectos que toman gran importancia en el cambio entre la adolescencia y la adultez.

Seguramente habrá uno de ellos por ahí, en el cajón, en la cómoda o tal vez, sí, eso es seguro, en el cuarto de baño.

Para curar los males…

Territorio complicado es la adolescencia, marcada por el vaivén de las emociones. ¿Pero qué reacción esperar de esa energía contenida entre cuatro paredes por los próximos seis meses?

A través de la lectura, los estudiantes pueden aprender, pensar y crecer, tal como lo señala Kathia Alvarado, psicóloga y promotora cultural, quien además afirma que el ejercicio literario puede sanar la tristeza, ansiedad, problemas de salud mental, inquietudes sobre la sexualidad, soledad y el mal de amores.

“Y ahora con esta realidad de limitar el contacto físico de nuestros estudiantes los libros son un excelente remedio para sobrellevar los días venideros. Los libros nos regalan salud mental.

“Como bien sabemos, la adolescencia se caracteriza por tener muchas tonalidades o bien puede ser el aburrimiento más profundo o la diversión más intensa. Los adolescentes pueden ir en un segundo de la carcajada al llanto. Se encuentran en un camino de búsqueda para salir de la infancia y entrar a la juventud”, señala Alvarado, quien ha coordinado las tertulias literarias en la Preparatoria 8 de la UANL.

Y combatir los días difíciles

Si no encuentras un libro en casa, busca en tu celular o en tu computadora. Escribe #clásicosdelaliteratura en tu buscador web favorito y entonces tendrás todo un bufete de mundos posibles por descubrir sin tener que abandonar la seguridad de tu hogar.

“La lectura es un remedio para combatir los días difíciles de la adolescencia ya que les permite transitar por la vida acompañados de los personajes de los libros para encontrar su identidad, descifrar el sentido de la vida y un lugar en el mundo que les permitirá tener una voz única”.

Kathia Alvarado-  Psicóloga y promotora cultural

Alvarado considera que durante la pandemia leer puede ofrecer distintos puntos de vista, otras perspectivas con la carga de esperanza que esto conlleva.

“La lectura tiene múltiples beneficios como conectar con otras realidades, identificarse con las palabras de alguien más, tener más resistencia a los embates de la vida cotidiana como lo supone la pandemia.

“Desde mi punto de vista considero que para enganchar a los adolescentes en la lectura hay que dejar de prometerles que serán mejores o más listos, sino más bien hablarles de los beneficios a los padecimientos de las personas, o en este caso a los adolescentes, para así seducirlos o crear una sana dependencia a imaginar otros mundos posibles y ampliar su universo”, apuntó la egresada de la Facultad de Psicología de la UANL.

Lecturas recomendadas

¿Quieres viajar a otra época de este mundo?

Busca Frankenstein (1818), de Mary Shelley, y verás cómo, en los albores de la ciencia ficción, el sentido de lo propiamente humano confunde a un alma atormentada llamada La Creatura.

¿Quieres viajar fuera de este mundo?

Podrías despegar con 2001: Una odisea espacial (1968), de Arthur C. Clarke, y presenciar la gran expectativa de la Tierra ante la llegada de un mensaje localizado en las inmediaciones de Júpiter. Habrá que ir a investigar quién nos está contactando.

¿Quieres espantarte como nunca en tu vida?

Stephen King es un genio del terror contemporáneo. Busca Eso (1986) para conocer la historia de unos niños norteamericanos de los años 50 y vivir en carne propia los horrores de un pueblo maldito.

Y si quieres ir más allá y conocer al maestro del propio King, lee Las montañas de la locura (1936), de H. P. Lovecraft, y seguramente no volverás a ver el cielo de la Antártida en paz.

Por: Guillermo Jaramillo