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La faceta filantrópica del empresario Alberto Baillères

La faceta filantrópica del empresario Alberto Baillères


Publicación:05-02-2022
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Esta ideología le hizo crear, presidir y colaborar en diversas organizaciones hasta el día de su muerte

CIUDAD DE MÉXICO.- Durante toda su vida, el nonagenario empresario, Alberto Baillères González, mostró su compromiso a favor de promover la cultura, educación, mejora de habilidades, con una visión humanista, por ello decía a sus hijos la frase "vivir es increíble", misma que usaría para su empresa de seguros.
Esta ideología le hizo crear, presidir y colaborar en diversas organizaciones hasta el día de su muerte, el 2 de febrero de 2022. Por ejemplo, fue presidente de la Asociación Mexicana de Cultura, de la Fundación de Estudios Económicos y consejero para la Fundación de Letras Mexicanas. Además de crear la Fundación Baillères con lo que mostró lo importante que era para él la educación, a través de ésta se desarrollaron modelos educativos para comunidades vulnerables.
Bailléres reflejó una visión humanista a lo largo de su vida, ya que, si bien inició como empleado de Banco de Comercio, hasta llegar a ser gerente de sucursal y en Grupo Moctezuma fue vendedor de cervezas hasta llegar a ser gerente de ventas del área metropolitana, logró tener grandes empresas. Por ello, mostró cariño por sus empresas --Palacio de Hierro, Industrias Peñoles, Fresnillos, Grupo Nacional Provincial, Profuturo, TANE, Petrobal, Electrobal y Valmex, entre otras-- pero también por sus empleados, por lo que consideró que el activo más importante el Grupo Bal eran sus "queridos baleños". Buscó que sus colaboradores o "baleños" desarrollaran más sus cualidades y habilidades.
Su hijo, Alejandro Baillères afirma que su padre fue un "ejemplo de amor, compromiso, dedicación, disciplina, entrega e integridad", cuya visión empresarial fue complementada con una vocación social. A través de la Fundación Baillères impulsó proyectos educativos, por ello su hijo afirmó que tuvo convicción por una educación de calidad y compromiso por un México más justo y libre. Ese espíritu de impulsar el desarrollo de México se lo reconoció el Senado a Alberto Baillères al entregarle la medalla Belisario Domínguez, en febrero de 2015.
El empresario, quien tuvo una formación militar, al graduarse como licenciado en Economía por la Academia Militar Culver, en Indiana, tenía liderazgo, y buscaba enseñar a otros líderes, lo que mostró al participar durante 54 años en el ahora Consejo Mexicano de Negocios, que integran los 50 empresarios más ricos del país. Fue líder por atracción y tenía la última esencia del liderazgo, enseñar a otros a ser líderes. Aun con su disciplina militar, su familia considera que era "romántico, soñador, visionario y mexicano ejemplar".


« El Universal »