Alberto García-Alix, un fotógrafo con mirada literaria

México.— La literatura es imagen, aseguró el fotógrafo español Alberto García-Alix en una plática organizada por la Academia Mexicana de Creatividad?, en la cual explicó que tiene una influencia más inclinada a las letras que a la fotografía; suele leerlas en lugar de verlas u observarlas; además, recordó que desde niño era un lector muy voraz, lo que le dio una mirada literaria al momento de tomar fotografías.

      A partir de una selección de su obra, el fotógrafo indicó que aunque las imágenes carezcan de técnica, “si tiene pulsión, se pueden superar los defectos técnicos”. A más de 30 años, indicó que no sabe si es mejor o peor fotógrafo; pero reconoció que sí se siente más poderoso porque ha desarrollado una mirada abstracta que le ha permitido dialogar a través de sus ojos.

      Consideró que la asignatura del fotógrafo es pedir y que los demás hagan. En el caso de los retratos, el fotógrafo debe saber cómo colocar los hombros, los ojos y todo lo necesario para construir una imagen. Resaltó que hay fotografías que pueden durar apenas un instante, pero hay otras donde el fotografiado puede ser llevado a un estado específico. 

      Admitió que las imágenes siempre esconden algo que no se puede plasmar en el resultado final; sin embargo, aplaudió que es una actividad que obliga al encuentro. Por eso, mencionó que disfruta mucho retratar, no sólo a personas sino a todo y señaló que la palabra retrato tiene implicaciones éticas, porque implica una posición y una intención.

      Aunque se declaró no creyente, concedió que la vida tiene una magia cuyo objetivo es mirar con brillantez y tener la cabeza rápida. Mostró imágenes del Museo del Prado, al cual ha ingresado por las noches para tomar fotografías y comentó que es una reinterpretación de las obras; y aunque sabe lo que pretende, nunca sabe lo que va a salir.

      García-Alix negó usar cámaras digitales pues cada vez que toma su cámara análoga intenta conseguir una revelación, algo que mantiene viva su alma infantil al disfrutar el proceso de revelado de fotos. También reveló que no utiliza tripié y que basa su trabajo únicamente con tres objetivos (lentes), “todo lo que no pueda ver a través de ahí, simplemente no lo veo; no es que no me interese”.