La Conspiración del Diablo - El cliché maniqueo

El maniqueísmo es uno de los conceptos más viejos del cine y, sin dudas, no hay mayor representación de este que la eterna lucha entre Dios y el Diablo, conflicto visto cientos de veces en el séptimo arte y, como muestra "La Conspiración del Diablo", ya no ha quedado más que un irrisorio cliché.

La película del director europeo Nathan Frankowsky, es una producción de efectos especiales pobres, escenas de acción al por mayor y sustos efectistas que sólo buscan entretener a su audiencia.

Desde que arranca, la cinta no se toma tan en serio a sí misma, pese a estar contando una historia otrora sagrada para la audiencia en general, sin embargo, con todo y las risas que podría querer alcanzar, se ve desde muy lejos que no tiene más que mostrar.

"La Conspiración del Diablo" cuenta el relato de ´Laura´, una joven estudiante que pretende refutar la existencia de Dios y del Diablo a través de su tesis, aspiración rechazada por sus maestros y que muy rápidamente es refutada por la aparición de los seguidores de Lucifer.

Por error, la chica estadounidense queda atrapada en un conflicto milenario entre el bien y el mal suscitado en Italia; los malos quieren liberar al Diablo del encierro, mientras que los buenos buscan evitar el juicio final.

Tras agujeros en el guion y muchas conveniencias, ´Laura´ se da cuenta de que está lidiando con una batalla épica, sin embargo, el adjetivo sólo queda sobre el papel, porque en la práctica, "La Conspiración del Diablo" remite a una época de cine de Serie B que ya no existe, porque nadie quiere ver.

La cinta ya está disponible en la cartelera regiomontana.

Director: Nathan Frankowsky

Reparto: Alice Orr-Ewing, Joe Doyle, Eveline Hall, Peter Mensah, Joe Anderson, Brian Caspe