Robos y mutilaciones a patrimonio artístico e histórico

CIUDAD DE MÉXICO.- El robo de la estatua de El David de Verrocchio, que se ubicaba en una de las fuentes que están en la avenida Álvaro Obregón casi esquina con Insurgentes, en la colonia Roma Norte, es parte del robo y las mutilaciones constantes que ha sufrido el patrimonio histórico y artístico en la Ciudad de México.
El arquitecto Jorge Lagarde, quien denunció la desaparición de la pieza en la colonia Roma alertó en Twitter del invaluable valor patrimonial y artístico de las esculturas robadas o mutiladas, pues asegura que no les dan gran cosa por si la venden por kilo, más bien se trata de "la degradación que vive el patrimonio de una de las ciudades más visitadas del mundo".
Recordó el robo y mutilación de los felinos en el Monumento a Cuauhtémoc, en diciembre de 2020, que dijo: "no hace falta ser genio para pensar que exista alguna relación".
A finales de diciembre pasado, EL UNIVERSAL reportó que los felinos habían sido mutilados con seguetas, a uno le habían cortado las patas delanteras, y a otro más casi le habían desprendido el cuerpo. Se detuvieron a tres hombres que pocos días después fueron liberados.
En febrero de 2020 un hombre de 26 años destrozó con una piedra la cabeza y el ala derecha de la escultura de mármol del Águila Republicana del Hemiciclo a Juárez, ubicado en la Alameda Central.
Estos tres casos recientes se suman a una larga lista de mutilaciones, robos o desapariciones de piezas escultóricas del patrimonio artístico e histórico. Tan sólo sobre Paseo de la Reforma diez de las 77 estatuas de personajes de relevancia histórica que fueron instalados a finales del siglo XIX han sido robadas o desaparecidas en los últimos años.
Una de las más emblemáticas fue la del doctor Rafael Lucía, que desapareció con todo y pedestal, en 2007. Hace dos años fue restituida por una réplica, pero la original desapareció como desaparecieron las estatuas de otros personajes como las de Eustaquio Buelna, Jacinto Pat, Manuel Álvarez, Antonio Carbajal, Manuel Payno, Ignacio Mejía, Melchor Ocampo y Erasmo Castellanos.
En la mayoría de las de los casos de estas esculturas de Paseo de la Reforma, las autoridades desconocen la fecha de desaparición de las obras. Pero esas esculturas no son las únicas, también han desaparecido o han sido mutilados grandes jarrones, también hechos de bronce, que fueron puestos en la misma época en la importante avenida. También han desaparecido las placas informativas, también de bronce.