A principios del siglo XX, San Pedro Garza García era predominantemente agrícola, cultivando maíz, frijoles y tomates.

Esta pequeña franja de tierra, que ocupa un área de 70.91 Km2, tiene unos 132,139 habitantes y residen en ella 29 mil hogares, en 220 colonias.

El 60.3 por ciento de la población es económicamente activa; el 54.2 por ciento ha alcanzado la educación superior y tiene un nivel de alfabetización superior al 97 por ciento.

Hay tantos elementos que hacen de San Pedro, un gran lugar para crecer y vivir.

Y hoy no sólo es el municipio más rico del país-aunque también el más caro-, sino de toda América Latina y se ha vuelto uno de los estandartes del desarrollo de la entidad para los gobernantes locales.

Como ejemplo, citaré que, en 2023, sus ventas internacionales fueron, según la secretaría de Economía, de US$6,898M, las cuales crecieron un 1.75% respecto al año anterior.

Pero no se crea que estas cifras alegres se dieron tan solo por un hombre, o un gobernante. San Pedro es la suma de una serie de decisiones que, a lo largo de los años, nosotros, los ciudadanos –lo mismo de sectores residenciales que populares-, hemos tomado especialmente al momento de ir a las urnas.

Claro que hemos tomado, en ocasiones, decisiones lamentables y nos hemos llevado cada decepción, tan es así que, en el tema de la seguridad, que era de las cosas que más se podía presumir, decayó y San Nicolás lo destronó como la ciudad más segura de todo Nuevo León, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a cierre del último trimestre de 2023.

Los sampetrinos hemos vivido en el transcurso de la historia, la alternancia política de la cual podemos presumir, ha sido pacífica.

En cosa de unos meses, regresa, por cuarta ocasión a gobernar el municipio, Mauricio Fernández Garza, hoy mejor conocido como "El Tío Mau".

Si Fernández arrasó en las urnas, fue por más de una razón, pero muy especialmente porque los sampetrinos queremos que la seguridad vuelva a ser el sello de la casa.

A lo largo de su carrera política, el tres veces alcalde, ex senador y ex aspirante a la gubernatura de Nuevo León ha sido centro de la polémica justo por sus métodos poco ortodoxos dirán algunos, en la seguridad; y por, en su momento, alzar la voz a favor de la legalización de las drogas, o al menos de la mariguana.

Pero también gracias a él, surgió el Paseo de los Duendes dando una nueva fisonomía a la ciudad y haciendo de las Calzadas, un paseo emblemático de San Pedro; en aras de no afear el entorno, fue el primer alcalde en promover los pasos a desnivel deprimidos.

Los sampetrinos queremos vivir en paz; no queremos más desorden del que Miguel Treviño nos ha dejado. La expectativa en Mauricio es alta, confío sea el recomienzo de algo bueno para San Pedro.