Es de todos conocido que una unidad de mediana capacidad- vulgo microbús- de la ruta 306, fue protagonista de un terrible incidente vial al conducir con exceso de velocidad y volcar, dejando más de 40 personas heridas, en junio pasado.

Como respuesta, el gobierno estatal, a través del Instituto de Movilidad y Accesibilidad de Nuevo León, además de multar a los dueños de la ruta, canceló sus operaciones.

El IMA impuso sanciones por 33 mil 715 pesos y sometió a revisión a toda la flota de la ruta, luego pues se detectó que la unidad tenía una falla en los frenos.

Uno, para mi gusto el monto de la multa no es equiparable a las dimensiones del accidente y dos, una falla de ese tipo solo muestra la poca atención de los dueños al mantenimiento de sus unidades, y de pasada, se lleva de encuentro a la autoridad estatal que pareciera que no se daba cuenta de lo que pasaba, como si no realizara supervisiones constantes a las rutas.

Haciendo a un lado mis apreciaciones, veo con beneplácito que, tras el incidente, en lugar de microbuses, hoy cubren la misma ruta, unidades del Estado mediante el programa "Muevoleon".

Por cosas de la vida, recientemente abordé una de las unidades y, como decía aquel anuncio, si me permite la expresión "¡qué diferiencia!".

Además de ecológico, su gran capacidad permite recibir mayor número de personas; los operadores son atentos y lo mejor de lo mejor en esta canícula: tienen clima, y sin pagar un peso más.

No sé si sea pronto para un "enhorabuena", pero segura estoy que los usuarios constantes, y los ocasionales como esta servidora, de la 306, están más que agradecidos.

Detalles como la cantidad de unidades, frecuencia de paso y horarios escapan a mi conocimiento, pero ojalá que este sea de verdad, un buen comienzo para el reordenamiento del transporte público de pasajeros de Nuevo León.

A los ciudadanos usuarios no nos importa si son empresarios, concesionarios o el Estado, quienes se encargan del servicio, cuando el beneficio y el cambio está a la vista. Ahora lo que sigue es darle un seguimiento y por supuesto, no bajar la guardia ni con esta ni con ninguna ruta, justamente para evitar incidentes como el ocurrido en la colonia Provivienda del Poniente.

 No quiero alzar campanas al vuelo porque, como bien se dice por ahí, "una golondrina no hace verano". Ya tuvimos bastante show con el Bronco y la compra de unidades; sí, se ofrecieron algunas soluciones con los multillevados y traídos "consorcios", pero poco o nada, salvo deudas, queda de aquel proyecto y no todas las unidades se encuentran ya en condiciones de operación.

Y ya que Samuel anda "guapo" con el transporte, ojalá también le eche el ojo a los taxis, cuyos operadores flojos, sucios y malencarados, andan en cada unidad que da pena y además, cobran lo que quieren.