Mi primera vez fue con mi esposa, para ella era una costumbre; recuerdo que preparó una rica cena, nos sentamos los dos frente al televisor, he hice lo que nunca había hecho: Ver completa la entrega de los Óscar.

Me encanta el cine, pero no precisamente las premiaciones, pues considero que regularmente son injustas y obedecen más a cuestiones de mercadotecnia, de marketing o inclusive razones políticas, sin dejar de lado el empuje que dan las grandes productoras o distribuidoras cinematográficas, que buscan colocar ciertas películas para que la gente la vea o las compre. Por eso no veía los Óscar y menos hacía un ritual como lo hace mi mujer, pero esta vez creo que por “Roma” de Alfonso Cuarón, con sus 10 nominaciones, vale la pena intentarlo de nuevo.

La historia se centra en Cleo, la empleada doméstica de la familia, a quien de cierta manera la hacen una integrante más del seno familiar; sin embargo, Cleo es diferente a todos los de esa familia, por su color de piel, por su origen indígena y porque ella es la que atiende a todos. La película se desarrolla en los setenta, en el contexto de un México clasista, donde también nos muestra el México de la represión y del domino absoluto de PRI.

La trama me pareció una forma de contarnos una historia de ese México citadino, lleno de matices, que maneja la posibilidad de buscar empatía entre las clases sociales a pesar de su grandes diferencias económicas; cinta que explota y trabaja el eterno melodrama que vivimos los mexicanos ante el abandono del padre y la exaltación de las mujeres mexicanas ante este abandono, ante una sociedad de machos que no ha cambiado mucho; “Roma” también nos habla del amor entre las familias, “disfuncional o no”.

Por supuesto no puedo dejar de ver el punto de vista político, el nacimiento del grupo Atlacomulco en Estado de México, con el gobernador de esa época, el profesor Hank González, célula política que todavía el año pasado gobernaba al país por medio de Peña Nieto; también se nos muestra en la película la represión del Halconazo, con la muerte de los estudiantes en junio de 1971.

Para los Óscar y sobre todo el para cine Mexicano, con “Roma” se vive una primera vez en varios aspectos: Primera vez que un director está nominado en cinco categorías, como son dirección, fotografía, guión, mejor película y película extranjera; por primera vez dos actrices mexicanas están nominadas en alguna categoría, protagonista y actriz de reparto; así como es la primera vez que una misma película está postulada como mejor película y película extranjera; primera vez que una película de Netflix está nominada como mejor película y quizás lo más increíble para mi gusto es que la protagonista, Yalitza Aparicio, es su primera película, su primera vez que actúa y por su origen es la primera vez que en los Óscar está nominada una mujer indígena para mejor actuación protagónica femenina.

No sé de las 10 nominaciones cuántas gane esta cinta, pero sea cual sea el resultado, la película ya hizo historia y época con tantas primeras veces. No sé yo tampoco si vea en esta ocasión completa la entrega de los Óscar con mi mujer, pero sé que ella sí la verá, yo estaré contento recordando mi primera vez con ella y seguramente ambos estaremos muy orgullosos de ver una mujer de origen oaxaqueño por primera vez en los Óscar, gracias a la película “Roma”, de Alfonso Cuarón.