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Opinión Editorial


¡No más deuda pública!


Publicación:10-01-2023
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Por el bien de todas y de todos hay que dejar de pagar deudas privadas con el dinero del pueblo y suspender el pago de la deuda del FOBAPROA

 La Promotora Nacional por la Suspensión del Pago de la Deuda Pública es una iniciativa ciudadana que desde hace cuatro años trabaja en agrupar y organizar a hombres y mujeres de diversos movimientos y redes de activistas e intelectuales, así como a público en general de todas la Entidades de la República, para que en México se proclame “¡no más deuda pública!”.

     

     A principios del 2020, las y los integrantes de la Promotora Nacional lanzaron un llamado de alerta -que coincidió con la declaratoria de la pandemia del Covid-19-, para advertir al gobierno federal que el pago de la deuda en el contexto de la crisis inflacionaria mundial, afectaría a la economía nacional, a la economía de los hogares y a la sociedad en su conjunto. 

     

     Expusieron que la deuda pública cada día crecía más y costaba cada vez más y que México pagaría al año siguiente, si no se modificaba el Presupuesto General de la República, poco menos de 125 millones de pesos cada hora por concepto de intereses de la deuda: ¡casi 3 mil millones de pesos cada día! 

     

     El señalamiento fue que dichos montos resultaban insostenibles para el bajo crecimiento de nuestra economía, más aún cuando la emergencia sanitaria y la guerra de Rusia contra Ucrania podrían derivar en más cierres de empresas, pérdida masiva de empleos, mayor inseguridad y síntomas de ingobernabilidad; es decir, una escenario catastrófico, por lo que propusieron:

     

     1.- Crear una auditoría ciudadana para transparentar el uso de los créditos contraídos y reconocer cuáles son deudas ilegítimas e injustas.

     

     2.- Suspender el pago del servicio de la deuda pública al menos durante dos años para reestructurarla, ante la inminente inflación por la pandemia. 

     

     3.- Cancelar de inmediato la deuda del Fondo Bancario de Protección al Ahorro/Instituto para la Protección al Ahorro Bancario FOBAPROA/IPAB.

     

     4.- Aplicar los recursos rescatados a los nuevo programas sociales, para que ayuden a resolver necesidades urgentes y reactiven la economía.

     

     En esta lucha por dejar de socializar las deudas y privatizar las ganancias, nos adherimos a las propuestas del grupo plural de ciudadanos, especialmente en cuanto al FOBAPROA/IPAB, por tratarse de uno de los peores atracos al pueblo mexicano cometido por los políticos neoliberal.

     

     Creado en 1990 por el presidente Carlos Salinas, para proteger a los ahorradores, el FOBAPROA terminó siendo usado por el presidente entrante, Ernesto Zedillo, para salvar a los dueños de bancos tras la crisis económica de 1994 o el llamado ‘error de diciembre’, que causó la devaluación del peso.

     

     Según investigaciones de la revista Proceso, el uso de recursos del Estado para rescatar a los bancos fue un acto de corrupción con los banqueros, quienes registraron sus deudas a la cartera vencida que rescató el gobierno federal. Es decir, las deudas privadas son pagadas con los impuestos de los mexicanos, que bien podrían ocuparse en salud, educación y empleo.

     

     Hace casi 30 años la deuda que el gobierno absorbió fue de 552 mil millones de pesos y de acuerdo con la Secretaría de Hacienda, a diciembre del 2021, la deuda del FOBAPROA/IPAB alcanzó 1 billón 040,507 millones de pesos, monto que México terminaría de pagar en 70 años.

     

     Si bien durante el 2022, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador logró ubicar a México como el sexto país con mejor evolución económica de los 34 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), como dimos cuenta en este espacio la semana pasada, con base en la revista inglesa “The Economist”, al llevar la deuda externa neta a niveles bajos en comparación con sexenios anteriores, la tarea será liberarnos de la pesada carga de una deuda inmoral e ilegítima como el FOBRAPROA.

     

     La buena nueva que el Presidente anunció, ante la sorpresa de sus críticos, fue que llevó a cabo una reestructuración para reducir a la mitad el pago de la deuda externa, con el fin de que en el 2025 el próximo Gobierno no tenga presiones financieras y pague la mitad de intereses de lo que su Gobierno pagó a partir del 2018. En ese sentido, es necesario seguir actuando de manera muy responsable para que los hijos de nuestros hijos no sigan pagando más deuda.

     

     Por el bien de todas y de todos hay que dejar de pagar deudas privadas con el dinero del pueblo y suspender el pago de la deuda del FOBAPROA.



« Lupita Rodríguez Martínez »