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Opinión Editorial


Ley electoral para fortalecer la democracia


Publicación:17-03-2022
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La última gran reforma político electoral se llevó a cabo en 2014 y si bien se dieron avances significativos, consideramos que podemos seguir avanzando

En 2024 tendremos un proceso electoral en México, mediante el cual elegiremos, no solo al Presidente de la República, sino también a los gobernadores de la Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán; así como a los senadores, diputados federales, diputados locales y un gran número de alcaldes a nivel nacional.

En este sentido y con el objetivo de fortalecer nuestra democracia de los embates del autoritarismo que la amenazan, Acción Nacional impulsará una iniciativa para fortalecer el marco jurídico electoral, a través de una reforma político-electoral.

La última gran reforma político electoral se llevó a cabo en 2014 y si bien se dieron avances significativos, consideramos que podemos y debemos seguir avanzando en los temas electorales.

Propondremos la segunda vuelta electoral en los casos en que el ganador en la primera vuelta no alcance más de 50% de los votos válidos emitidos o un mínimo del 40% de los votos emitidos con una diferencia de al menos 10% en relación a la segunda candidatura más votada.

En relación con la reelección, propondremos normar los casos en los que no se considerarán actos anticipados de precampaña o campaña de titulares de los cargos en contienda, evitando que se dispongan de los recursos del servicio público.

Así mismo, facultaremos al INE para organizar debates entre candidatos a senadores y diputados federales y a quienes encabecen las listas de representación proporcional.

Respecto de la sobrerrepresentación, incorporamos la afiliación efectiva en el registro de candidaturas, para contemplar los límites a la representación y establecer que, en los distritos de mayoría relativa, la fórmula de diputados será asignada al partido que hubiera sido más votado y que los legisladores de representación proporcional que renuncien al Grupo Parlamentario por el que fueron postulados, dejarán su lugar a su suplente, quien no podrá renunciar a su grupo parlamentario y que en caso de hacerlo, deberá convocarse a la fórmula siguiente de la lista de representación proporcional.

Proponemos que la creación de la lista B esté conformada por 20 candidatos que resulten de las contiendas de mayoría no electos, pero con el mejor resultado o con las mayores votaciones en la circunscripción; por lo que la lista definitiva sería el resultado de intercalar las fórmulas de candidatos de las listas “A” y “B”.

Hemos de regular también las elecciones primarias como mecanismo en el proceso de selección interna del o la candidata a presidente de la República, debiendo ser abiertas y obligatorias.

En los casos de renuncia del candidato, en favor de otra candidatura o fórmula, ésta podrá realizarse antes del día de la jornada electoral, debiendo notificar al partido político que lo registró, y este deberá informar de su anuencia al Instituto Electoral, acompañada del Convenio de Coalición, suscrito entre el partido político cuyo candidato declina y el partido político del candidato que acepta la declinación a su favor.

La cuota electoral juvenil está orientada a garantizar la paridad entre los géneros y la participación de por lo menos el 25% de personas jóvenes (entre 21 y 30 años) en candidaturas a legisladores federales y locales.

Incluir una circunscripción plurinominal nacional migrante.

Para que nuestra democracia siga evolucionando en concordancia con el avance tecnológico, propondremos la implementación de urnas electrónicas.

Sin duda, esta será una reforma política electoral de gran calado, en la que fortaleceremos al árbitro —INE— en varios ámbitos, para que los procesos sean más democráticos y equitativos para los candidatos y para que la ciudadanía tenga la posibilidad de elegir a quien mejor los represente.



« Jorge Romero Herrera »