Le seré honesta: las abejas se ven lindas en los libros y en los programas de Animal Planet, pero en la vida real nadie se quiere topar con alguna enardecida y singular abejita que nos encaje  elaguijón y nos transformemos en un globo –en el mejor de los casos- o nos envíe al hospital.

Mi pavor a encontrarme un enjambre ha sido el mejor aliado para ni siquiera intentar molestarlas, además, si no me han hecho nada, no veo el porqué.

De las hormigas le diré que siendo muy pequeña me hicieron  pasar un mal rato cuando intentando alcanzar una granada de un árbol, tapizaron mis piernas porque yo invadí su hogar.

Pero sean arañas, abejas, hormigas o catarinas, las diferentes comunidades pro natura nos han hecho ver lo importante que son cada especie para mantener nuestro planeta en equilibrio.

Pues resulta que existe el Día Mundial de la Rana, una propuesta de la Unión Mundial de la Naturaleza, la cual señala que la extinción de esta especie generará se dispare las población de insectos transmisores de enfermedades, como la malaria, dengue y fiebre amarilla.

Se dice que hay  7 mil especies de ranas en el planeta, y un tercio de ellas está en riesgo de extinción.

La especie más antigua es la Mehuin (Insuetophrynusacarpicus), primer vertebrado terrestre que apareció en la faz de la tierra hace 370millones de años y hoy está en riesgo su hábitat natural en Sudamérica; otra especie, la Kambo, del Amazonas, es utilizada como medicina alternativa

Recuerdo que en mi infancia, la palomilla del barrio aprovechaba los tiempos de lluvia para atrapar ranas y sapos, pero honestamente dudo que eso haya sido motivo de su estatus de especies en riesgo.

Tampoco creo que las románticas que besan sapos –no ranas- buscando un príncipe azul hayan  tenido que ver en esta situación

Dicen los defensores del medio ambiente que la disminución en la cantidad de ranas obedece principalmente a la falta de humedad en sus hábitats y que en ello influyen la contaminación de ríos, y lagos, así como la tala de árboles.

Y en esto, bien que ha influido la mano del hombre.

Tradicionalmente se ha asociado a las figuras en forma de rana, con la buena fortuna; este elemento aparece con el número 54 en la lotería tradicional mexicana.

La rana más famosa del mundo se llama Kermit (en inglés) o René (en español) y un sinfín de personajes de cuentos infantiles se asocian bien con ranas o con sapos.

Hoy es hacer conciencia con las ranas, pero en honor a la verdad, cada ser vivo que forma parte de este planeta tiene una función específica para la sobrevivencia de este lugar en que nos toca vivir.

Lo menos que podemos hacer es ser respetuosos de sapos o ranas, o abejas, comadrejas, o zarigüeyas; y lo mismo aplica a toda la flora.

Y lo mínimo que esperamos de nuestros gobiernos es una política pública tendiente a la defensa de nuestras  riquezas naturales

Defender el planeta es importante, no por una moda sino porque lo necesitamos, porque de él dependemos para existir.