Es una excelente noticia que Nuevo León hilvane casi una semana con menos de mil contagios diarios de Covid-19.

Lo es también que la secretaría estatal de Salud amplíe los aforos al 75 por ciento y que sea inminente la apertura total.

Sin duda también lo es que cada día haya más alumnos en clases presenciales, en todos los niveles de escolaridad.

Casi, casi, nos sentimos como antes de marzo de 2020, cuando se hizo oficial el primer caso de Coronavirus en Nuevo León.

Gradualmente, la cuarta ola de este mal, que dio inicio el 23 de diciembre y hasta la fecha, ha reportado casi 170 mil contagios.

Antes de ello, según las autoridades sanitarias, la primera ola, que se suscitó del 30 de mayo del 2020 al 18 de agosto de este año, la suma de contagiados fue de 41 mil personas ¡y nos asustamos!

La segunda ola, que fue del 26 de diciembre del 2020 al 16 de marzo del 2021, reportó casi 50 mil personas infectadas; y en la tercera, del 29 de junio del 2021 al 24 de octubre del mismo año, enfermaron 102 mil personas.

El punto es que esta cuarta ola va cediendo y en la medida de lo posible, nuestra vida vuelve a la normalidad, o mejor dicho, a la nueva normalidad desde que apareció el virus.

Pero hay cosas que no podemos olvidar, como lo es el hecho de que desde el inicio de la pandemia vimos cómo se extinguió la vida de muchos familiares, amigos y conocidos.

De cómo muchas familias viven en luto y cómo otros muchos han quedado huérfanos.

Y también, cómo otros tantos quedaron sin su fuente de empleo y otros muchos más sufren cuadros depresivos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el Coronavirus llegó para quedarse y la invitación es a cuidarnos ¿cómo? Viviendo una vida saludable y manteniendo altas nuestras defensas.

Los descreídos y escépticos han pagado de una triste manera el no haber acudido a vacunarse; evitemos estar en este escenario acudiendo por nuestras respectivas dosis y las que vayan surgiendo de refuerzo.

Pero tampoco podemos ir por la vida buscando recetas mágicas para “prevenir” la infección, como bañarse en agua caliente, ingerir alcohol, exponerse al sol, beber metanol o lejía o hasta ponerle picante a los alimentos.

Ni debemos creernos todo lo que se dice, como que la telefonía 5G, las moscas domésticas o mosquitos son propagadores del Coronavirus.

Desconozco si en algún momento se dará otro repunte de casos que, como hemos visto, dura en promedio de 3 a 4 meses cada ola, pero lo que sí podemos seguir haciendo, es lo que hemos venido practicando desde el primer trimestre del 2020.

Para continuar nuestras vidas con salud y dentro del sector productivo, lo mejor es preservar la rutina del lavado constante de manos, portar y usar gel antibacterial, no salir de casa sin el cubrebocas y en la medida de lo posible, evitar aglomeraciones.

¿Es tedioso? Quizá, pero es un precio pequeño, cuando son grandes los beneficios.