Desde el inicio del mundo –tal y como lo concibe la Biblia-, el árbol ha recibido un trato protagónico. Recordemos el caso de Adán y Eva, la discusión sobre si comer o no del fruto del árbol prohibido en el Edén y las consecuencias de desobedecer a Dios.

Cada cultura guarda historias en torno a los árboles. En México, alrededor del siglo XVI, el cronista Jacinto de la Sierra escribió que los árboles originalmente eran hombres y por ello conservaban su “alma”.

Los ancestrales lazos entre la humanidad y los árboles se hacen evidentes en otras regiones de México, como Oaxaca y la península de Yucatán;en esta última región, el Popol Vuh dice que los hombres se formaron primero de barro, pero como era un material vulnerable que se deshacía con la lluvia, los dioses probaron con la piel de los árboles, la madera, con resultados positivos.

El problema fue que los hombres de madera se olvidaron de honrar sus raíces y fueron destruidos para luego ser sustituídos por el maíz.

Otros árboles con historia: el ahuehuete de la noche triste donde Hernán Cortés y su ejército lloraron la derrota a manos de  los indígenas. Dicho árbol, aún en pie, fue víctima de un incendio en 1980.

Y obvia decir el más famoso de todos los árboles del mundo, que está en Santa María del Tule, Oaxaca, considerado el “árbol de la iluminación” con 14 metros de diámetro, 42 de altura y 600 toneladas de peso.

Pero en realidad el árbol jamás dejó de ser parte del mito y hoy en día se les sigue considerando poderosos, asociados al origen del hombre y por supuesto, a la vida.

Hoy es el Día del Árbol y más allá de toda creencia mística, histórica o religiosa, los árboles tienen un importantísimo papel en la sobrevivencia de la raza humana.

De acuerdo con un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles, UCLA, un árbol, además de ayudar a la imagen estética, genera una alta producciónde oxígeno, evita la erosión del suelo y reduce la radiación.

Además, tener árboles crea  microclimas más frescos y aísla el ruido, lo que se considera una auténtica bendición si se vive en la ciudad.

De acuerdo con los biólogos e ingenieros agrónomos, realmente no hay árboles malos, más bien existen árboles plantados en sitios incorrectos y de la especie incorrecta para determinado sitio.

Al final, dicen, es el hombre el que hace que un árbol se vea mal, sea un estorbo, cause problemas o represente un peligro.

Según el Journal of SustainableForestry) existen en el planeta 60, 065 especies de árboles.

Por moda o por convicción, los gobiernos han volteado a ver el tema del medio ambiente como una prioridad, entre esta asignatura destaca la siembra de árboles, el caso es que no hay que dejarlos morir, si no acompañarlos para que cada día nos aporte más sombra y mejor calidad del aire.

En el caso del noreste mexicano, si se trata de una cactácea, anacahuitas, huizaches, ébanos, algunas especies de pinos, encinos y álamos, será una buena inversión, un cuidado mínimo y con el paso del tiempo serán grandes los beneficios.