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Opinión Editorial


El amor en los tiempos de cárcel


Publicación:22-02-2022
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En su encierro, en sus noches mas obscuras, apareció su héroe, el príncipe azul que llegó a rescatarla, a darle su libertad, a darle amor

Las rejas de esa pequeña cárcel eran frías. Se sentía una enorme soledad, un gran vacío.  Ella, acostumbrada a lujosas mansiones, a estar rodeada de sus incondicionales, se le veía en los mejores restaurantes, en las tiendas más exclusivas. En su encierro, en sus noches mas obscuras, apareció su héroe, el príncipe azul que llegó a rescatarla, a darle  su libertad, a darle amor.  

Entonces, los dos, tomados de la mano ante un juez civil (después de haber pasado por un juez penal, para poderle dar su libertad), y ante las leyes mexicanas; aquellas que alguna vez la maestra desobedeció. En esta ocasión, bajo la protección del derecho mexicano, la pareja era declarada marido y mujer. Elba Esther Gordillo, de 77 años, exlíder sindical del magisterio y Luis Antonio Lagunas, de 36 años, abogado penalista; creyente en que “el amor es ciego” y que “el amor no tiene edad”.

Qué mejor fecha eligieron para su enlace matrimonial. El mes de febrero, cerca del  “día de los enamorados”. Aunque mucho cuestionarán si es un “matrimonio por conveniencia”;  cabe la pregunta…¿Que es el amor? ¿Cuál es la importancia de casarte legalmente? Creo que cuando alguien piensa estar enamorado de una persona busca no solo darle “amor” si no protegerla, cuidarla y hasta cierto punto brindarle cierta estabilidad económica. Y eso Elba Esther se lo puede dar a su pequeño príncipe.  La maestra encontró al alumno perfecto; a quien le puede dar no solo lecciones de amor, sino de vida y de política.

Una gran enseñanza y demostración de poder es el lugar que elige para su boda: el Jardín Etnobotánico del exconvento de Santo Domingo, en la capital de Oaxaca, tierra dominada por la CENTE (La coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación). Sindicato con el que la maestra en sus tiempos de líder sindical tuvo muchos conflictos. Pero era necesario quizás dar un mensaje también político y darle un buen ejemplo a su pupilo sobre como se ejerce el poder.

En su fiesta de bodas estuvieron por supuestos políticos, empresarios, líderes sindícales; gritando los clásicos “vivan los novios”; aunque la mayoría  de ellos no estuvo con la maestra en su días gris, cuando estaba prisionera en  la cárcel de Santa Martha Acatitla. Ahí en ese triste lugar estuvo él, se conocieron, se enamoraron, por lo cual esa noche las relaciones políticas y económicas se deslizaban en la pista de baile y se escuchaba un canción muy ad hoc , una clásica de Barry White; “You´re the first, you´re the  last, my  everything”. Y quizás la maestra le susurraba al oído a su alumno: Gracias por haber estado ahí. Y así, fulminante como un rayo, nació “El amor en los tiempos de cárcel”.



« José Luis Galván Hernández »